Una pausa para votar

"Si pretendemos consolidar una sociedad democrática, está claro que la escuela debe regirse por parámetros igualmente democráticos, y esa función es la que cumplen los consejos escolares,". Ésta es la opinión de José Manuel Cabada Álvarez, director del colegio público Jorge Guillén de Madrid, acerca del papel de los consejos escolares, órganos de gobierno de los centros de enseñanza no universitaria.

La junta electoral del Jorge Guillén, centro situado en la madrileña Vaguada, ha sido una de las primeras de la capital de España en convocar las votaciones. En la mayoría de los colegios del territorio escolar gestionado por la Administración central, las votaciones se relizarán a lo largo de la próxima semana. También en los últimos días de este mes se votará en los colegios e institutos de las comunidades autónomas con competencias plenas, salvo en los del País Vasco, donde el mandato de los actuales consejos no expira hasta el próximo curso.A lo largo de 12 días, entre el 19 y el 30 de noviembre, nunierosos colegios públicos españoles viven una particular jornada electoral. Padres, alumnos y profesores pueden intervenir en la designación de sus representantes en el pequeño parlamento durante los próximos dos años.

Las votaciones ratifican una vez más que el consejo escolar es el máximo órgano de decisión en la vida académica de los colegios. "Bueno, lo de máximo órgano de decisión no está tan claro", advierten al unísono Julia y Teresa, profesoras de apoyo y segunda etapa, respectivamente, del Jorge Guillén. "No vamos a discutir ahora sobre si deben o no existir. El problema es otro, concretamente la falta de compe tencias para convertirse en ese órgano de gobierno que deberían ser", dicen.

Primero, los profesores

A las doce de la mañana del viernes 23 se iniciaban las votaciones en la biblioteca, del colegio Jorge Guillén. Los primeros en votar fueron los 32 profesores para elegir a sus ocho representantes.Unas horas después lo hacían los alumnos. Mucho más bulliciosos, los casi 600 escolares, entre los que se incluye un grupo de niños minusválidos, desfilaban por el pasillo con el alboroto propio del alumno a quien el profesor acaba de comunicar que se suspende la clase de matemáticas para elegir a sus representantes.

La paridad en la composición de los consejos es la cuestión que más echan en falta los alumnos. Frente a los ocho representantes de padres y ocho de profesores, los estudiantes eligen a dos. Aunque no son los menos representados. El personal de administración y servicios (PAS) sólo elige a un miembro. "Es mucho más decisiva la información que transmiten al resto los miembros de cada una de las partes", señala Ascensión García, una de las cuidadoras del colegio que forma parte del PAS, donde también están los fisioterapeutas y el conserje. "Mire, el verdadero mal es la falta de participación de los padres", añade. "Lo normal es que sólo se interesen por las cosas del centro cuando se trata de dinero. Por lo demás, la participación es muy pobre o muy interesada, ¿comprende lo que quiero decir?".