_
_
_
_

Austria repatriará a 7.500 rumanos tras asegurarse de que Bucarest no tomará represalias

El Gobierno austriaco está decidido a repatriar a 7.500 refugiados rumanos tras haber negociado con las autoridades de Bucarest, que aseguraron que no se tomarían represalias en contra de estos ciudadanos, que forman parte de los 12.000 rumanos que entraron ilegalmente en la República alpina en los últimos meses.

La acción del Gobierno de coalición de Viena, formado por el SPOE (socialdemócrata) y el OEVP (conservador), ha causado una ola de indignación en círculos intelectuales, en la Iglesa católica y en el partido de oposición Verde Alternativo. El jefe de la organización católica Cáritas Austria, Helmut Shüller, declaró que la planeada acción es una "violación a los derechos humanos".El obispo de Irinsbruck, Reinhold Stecher, denunció al Gobierno como responsable de una "deportación". El Gobierno húngaro manifestó su desacuerdo en caso de que los repatriados tuvieran que pasar en los trenes por su territorio nacional, y jefes de la línea aérea nacional austriaca (AUA) expresaron que no estaban dispuestos a llevar pasajeros que no viajaran por voluntad propia.

El ministro del Interior austriaco, el socialdemócrata Franz Loeschriak, ha sido enjuiciado por negociar el regreso de los rumanos con las autoridades de Bucarest y por haber mantenido una "credibilidad interesada" en las promesas del Gobierno de Petre Roman.

Loeschnak, como otros miembros del Gobierno austriaco, ha declarado que desde la revolución existe democracia en Rumania y defiende su confianza argumentando que ese país firmó la Carta de París en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa.

Contra los extranjeros

El Gobierno austriaco ha sido acusado de seguir una política popular en contra de los extranjeros, siguiendo la línea de Joerg Haider, jefe del Partido Liberal Nacional (de derechas), que ha ganado electorado en Austria recurriendo al recurso de utilizar las emociones nacionales y el odio a los extranjeros.El partido Verde austriaco denunció en el Parlamento de Viena que entre los refugiados rumanos ha habido intentos de suicidio y que entre ellos cunde la desesperación. Un rumano de 80 años decía que prefería "vivir pobremente en Austria, a pesar de la xenofobia, que regresar".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El mismo ministro que ideó la deportación, Franz Loeschnak, anunció ayer en Víena que el miércoles se celebrará una cumbre del Gobierno con representantes del pacto social para encontrar una solución por la vía no burocrática para los refugiados rumanos y así darles trabajo y alojamiento.

Mientras en el centro de Viena la juventud católica realiza una vigilia día y noche para evitar la deportación de los rumanos, se inició una campaña nacional con el eslogan "nos avergonzamos de Austria", con 1.200 firmas de personalidades austriacas que aparecen publicadas en la edición del lunes del semanario Profil, en la que reclaman a los 7.500 refugiados rumanos deportados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_