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Simposio nacional sobre el control de los excrementos y la natalidad de las palomas

Puerta de Alcalá, el Banco de España y el fantasmal palacio de Linares son tres de los monumentos madrileños afectados por la corrosión de los excrementos de las palomas. Estas aves han proliferado de una forma amenazadora para edificios y monumentos. Sus deposiciones son altamente agresivas con metales como el zinc y el plomo y con la piedra de los monumentos. Para ver de qué forma se puede controlar esta superpoblación de palomas, la Junta de Retiro, una de las más afectadas, ha reunido en un simposio nacional a representantes municipales de diversas autonomías.

La acción corrosiva de los excrementos de paloma no es algo nuevo. Según Manuel Villarroel, arquitecto conservador de edificios públicos del Ayuntamiento de Madrid, "en los años cincuenta, las cubiertas asfálticas de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre tuVieron que cambiarse cuatro años después de su colocación, al estar destrozadas por las defecaciones de las palornas". La clave de la cuestión está en el ácido úrico de las cacas.En la actualidad, otros monumentos, como el Palacio de Correos, el de Linares, el Banco de España o la casa de Cisneros, se encuentran deteriorados por la contaminación y los excrementos (palominas) de las palomas. Todos estos edificios están en la zona centro de Madrid, la preferida por las palomas. Estas aves eligen ornamentos de los monumentos para buscar cobijo.

Todos los ponentes del simposio coinciden en que hay demasiadas palomas, y además, enfermas. Lo que no queda tan claro es cómo disminuir su población. Dos de las opciones manejadas son establecer una especie de "control de natalidad" entre estas aves o intentar atraerlas hacia parques y zonas ajardinadas.

"Se puede decir que, aunque muchas de las palomasmadrileñas están enfermas, su presencia no entraña ningún riesgo para la población en general", asegura Guillermo Suárez Fernández, decano de la Facultad de Veterinaria de la Complutense. La colocación de barreras que impidan el anidamiento de estas aves en determinados enclaves o la utilización de métodos químicos de esterilización, utilizados ya en París y Génova, son dos de las posibles formas de control de la población de palomas.

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