El índice de morosidad se duplicó en julio y agosto

El índice de morosidad, tanto de los bancos como de las cajas de ahorro, se ha duplicado durante los meses de julio y agosto pasados con respecto a los primeros seis meses del año, según los datos suministrados por estas entidades al Banco de España. Así, mientras el ritmo de crecimiento mensual de la morosidad de los bancos en los seis primeros meses era de 12.000 millones de pesetas, durante julio y agosto se ha pasado a un ritmo mensual de 25.000 millones de pesetas.

Por su parte, las cajas de ahorros, que mantenían un ritmo de incremento de la morosidad de 8.000 millones de pesetas mensuales hasta el mes de junio, casi ha duplicado este ritmo al registrar unos créditos morosos de 15.000 millones de pesetas en Julio y otros tantos en el mes de agosto.Estos datos vienen a confirmar, de nuevo, que el enfriamiento económico afecta a la inversión tanto de empresas como de particulares y que los indicios de la crisis, lejos de atemperarse, siguen avanzando. Fuentes de los propios bancos estiman que estos datos pueden verse incrementados durante los meses de septiembre y octubre. El futuro presidente del Banco Hispano Americano, José María Amusátegui, declaró la semana pasada que la morosidad de la banca podría crecer hasta un 50% en los próximos meses.

Cifras absolutas

Durante los seis primeros meses del año los créditos morosos de los bancos- aquellos que se retrasan más de 90 en su fecha prevista de devolución-, crecieron 72.000 millones de pesetas al pasar de 388.400 millones a final del pasado mes de diciembre a 460.400 millones de pesetas, es decir a un ritmo de 12.000 millones de pesetas mensuales.A finales de julio esa cifra se situó en 485.200 millones y al final de agosto en 509.300, lo que del ritmo significa un crecimiento del ritmo de 25.000 millones de pesetas al mes.

Por su parte, las cajas de ahorro, que finalizaron el pasado ejercicio con una cifra absoluta de créditos morosos de 343.100 millones de pesetas, terminaron el primer semestre de este año con 392.200 millones, es decir, una media mensual de crecimien to de 8.000 millones de pesetas.

En los dos meses de julio y agosto la cifra absoluta llegó a 410.700 millones de pesetas con una media de crecimiento de 15.000 millones.

También en términos relativos el índice de morosidad sobre el total de créditos concedidos ha crecido significativamente. Así, del 2,35% sobre los créditos que representaba al finalizar 1989, se ha pasado al 2,68% al finalizar el mes de junio y al 2,95% al finalizar agosto.

El índice de morosidad de la banca española tuvo su punto más álgido en el año 1984, ejercicio en el que llegó a alcanzarse el 5,9% del total de los créditos concedidos por las entidades crediticias.

Desde entonces, se ha seguido una curva descendente que pasa por el 4,9% en el ejercicio 1985, el 4% al año siguiente, el 3,5% al final del año 1987, cifra que cayó al 2,5% a final de 1988 y al 2,35% al término del pasado ejercicio. Esta tendencia ha cambiado de forma muy evidente durante el año 1990.

El nivel de morosidad de la banca y las cajas de ahorro españolas es considerado por los expertos bancarios, de momento, como razonable aunque comienzan a oirse voces de alarma ante las previsibles cifras que pueden registrarse en los próximos meses. Lo que es un indicio de crisis puede convertirse en un problema de mayores magnitudes en el futuro, señalan esas mismas fuentes.

Sin embargo también hay que reconocer que el nivel de provi siones genéricas del conjunto de la banca ascendían al final de julio pasado a cerca de medio billón de pesetas, exactamente 457.000 millones.

Es decir, en el peor de los su puestos posibles y aunque todo los créditos morosos se convir tieran finalmente en operaciones fallidas, de cobro imposible, las provisiones globales de las entidades son casi suficientes para cubrir por completo la eventualidad.