La Iglesia critica al Gobierno por no haber negociado la campaña del preservativo

FRANCESC VALLS, El secretario general de la Conferencia Episcopal, Agustín García Gasco, lamentó ayer en Madrid que los obispos españoles no hubieran sido consultados en la campaña que a favor del uso del condón han lanzado los ministerios de Sanidad y Consumo y Asuntos Sociales. Los obispos, que han criticado con dureza la iniciativa gubernamental -que les fue notificada-, opinan, según García Gasco, que hay que buscar unas bases de colaboración "sanas" entre el poder político y la Iglesia.

"SI el tema se hubiera tratado en la Comisión Mixta Iglesia-Gobierno se hubieran buscado fórmulas de colaboración y podríamos haber llegado a acuerdos más efectivos sin dar pie a este modelo de campaña", aseguró el obispo secretario. De esta manera García Gasco abundaba en la idea de la presencia social de los católicos, es decir, como una fuerza representada por su cabeza jerárquica dentro de la propia sociedad. "Hay que buscar los caminos de colaboración en busca de una sociedad más solidaria y más justa; no queramos hacer política de estas cuestiones, que cuando así obramos no hacemos nada", dijo ante un grupo de periodistas.El obispo secretario destacó lo ya avanzado hace unos años por Suquía, en su primer discurso como presidente de la Conferencia Episcopal: "Hay que buscar bases para que las relaciones Iglesia-Estado se fundamenten sobre la libertad de ambos y la mutua colaboración". Esta idea se interpreta en medios católicos progresistas como una vuelta al viejo cristianismo de la presencia, visión que, a juicio de estos medios, parecía enterrada tras el concilio Vaticano I.

Las cosas no van como los obispos desearían en sus relaciones con el Ejecutivo socialista. Eso se desprende de la afirmación de García Gasco sobre la asignación tributaria -impuesto religioso-, tema en el que las palabras no se corresponden con los hechos", dijo, a pesar de las palabras de tranquilidad utilizadas por el ministro Francisco Fernández Ordóñez en Roma.

El obispo secretario destacó que ha mantenido contactos con el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, y que espera que en diciembre se haya establecido el porcentaje definitivo del impuesto religioso, que el Gobierno mantiene todavía en el aire.

Estos encuentros entre Solchaga y García Gasco eran desconocidos por el Ministerio de Economía y Hacienda, que hace unas semanas fue preguntado al respecto por este diario. La ignoracia sobre estas reuniones también existía en la dirección general de Asuntos Religiosos. El obispo secretario habló, sin embargo, ayer públicamente de estos contactos. Sobre estas negociaciones pesan muchos aspectos técnicos: la futura desgravación para donativos y la corrección del porcentaje sobre la cuota íntegra del IRPF, hasta que la Iglesia perciba los casi 15.000 millones que anteriormente recibía por vía presupuestaria.

Al margen de los asuntos religioso-políticos, buena parte del almuerzo con periodistas giró en torno a la no asistencia de obispos españoles a los actos organizados en El Salvador, con motivo del primer aniversario del asesinato por el Ejército de ese país de seis jesuitas -cinco de ellos españoles- y dos mujeres. "No he recibido ninguna invitación ni de la Compañía de Jesús ni de la Conferencia Episcopal salvadoreña", dijo García Gasco.