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Luca Ronconi estrenará en Turin 'Los últimos días de la humanidad', de Karl Kraus

El montaje se representará en el Lingotto, la que fue primera fábrica de automóviles de Italia

Juan Arias

Turín se convertirá el 29 de este mes en un escaparate internacional del teatro gracias al genial y discutido director de escena Luca Ronconi, que se ha lanzado a la colosal empresa de representar Los últimos días de la humanidad, de Karl Kraus, el gran crítico de la ideología alemana nacido en Bohemia en 1874 y que escribió casi toda su importante obra durante la I Guerra Mundial. El espectacular montaje, que requerirá una maquinaria teatral complicadísima en la que están trabajando 40 técnicos y 60 actores, se representará en el Lingotto, la que fue primera fábrica de automóviles de Italia.

Para poner en escena Los últimos días de la humanidad, Ronconi sabía muy bien que no le bastaba un escenario de teatro clásico, sino más bien toda una serie de escenarios al mismo tiempo. Y ha encontrado lo que quería en el Lingotto, la que fue primera fábrica de automóviles de Italia, la primera gran cadena de montaje de Fiat, una estructura arquitectónica ya alabada por el arquitecto francés Le Corbusier y que hoy Agnelli está reciclando como gran centro de cultura tecnológica y científica de Turín con proyección europea.Para un solo espectáculo se calcula que el gasto va a ser de 500 millones de pesetas, de los cuales 100 los ha ofrecido ya Fiat, pero Luca Ronconi afirma que no será despilfarrada ni una peseta, que lo que él pretende es hacer un "teatro distinto", capaz de atraer a Turín a la flor y nata del teatro de Europa.

A quienes le recuerdan que el mismo Karl Kraus había afirmado ya que su obra Los últimos días de la humanidad era "irrepresentable" porque hubiesen sido necesarias "10 sesiones" y porque había sido concebida para "un teatro de Marte", Ronconi responde que también se decía lo mismo en los años veinte de la obra Seis personajes en busca de autor, de Pirandello.

18 escenas y 8 secuencias

Para representar la gran obra de Karl Kraus, el director italiano ha previsto ya 18 escenas y ocho secuencias y cada secuencia estará hecha de momentos análogos. Y todas ellas tendrán que ver con el mundo del periodismo, un mundo con el que Karl Kraus, en los años de la I Guerra Mundial había sido durísimo, definiendo a los periodistas como una persona "que no tiene un pensamiento y sabe expresarlo".El hecho de que el espectador no pueda asistir sincrónicamente a las diversas escenas contemporáneas no será un problema, según Ronconi, porque podrá recuperarlo, dice, "diacrónicamente", ya que el mismo Kraus no había concebido su obra con una "trama", sino como una mezcla de mil cosas juntas.

La diferencia de este teatro que va a proponer Ronconi en el Lingotto de Turín con el teatro tradicional es que mientras este último suele ser siempre una "ficción literaria", Los últimos días de la humanidad cuenta la historia verdadera, sin díafragmas literarios, sin mediaciones dramatúrgicas. "Es como si nos echaran a la cara la vida misma, tal como es", afirma.

El desafío del artista italiano es enorme, ya que necesita una maquinaria teatral complicadísima en la que están trabajando 40 técnicos y 60 actores, de los cuales algunos provienen de la escuela de perfeccionamiento que el mismo Luca Ronconi dirige en la región de Umbría, otros de la Academia de Arte Dramático de Roma.

Todos ellos se sienten ya muy excitados, porque se trata de una experiencia completamente inédita para ellos que les producirá, como han explicado ellos mismos, "un gran impacto también emocional".

Experiencia única

El hecho de que Los últimos días de la humanidad sea un espectáculo que "no podrá viajar", es decir, una experiencia única que empezará y acabará en Turín, si por una parte aumentará el interés por dicha ciudad, le quitará al mismo tiempo, según algunos, la "generosidad" de poder ofrecerse en otros lugares.Pero Ronconi responde que es una objeción falsa. Que existen, por ejemplo, exposiciones de pintura que viajan y otras que por sus características especiales se celebran una sola vez y en un solo lugar y nadie lo critica.

Lo cierto es que Turín espera para la cita con Luca Ronconi "más espectadores que durante el reciente Mundial de fútbol", como ha escrito el diario La Stampa. Y será, afirman todas las fuerzas vivas de la ciudad, una ocasión única para abrir las puertas de la ciudad de Fiat, de par en par, a la nueva Europa que se nos echa encima.

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