El desprestigio de Bush benefició a los demócratas
El Partido Demócrata norteamericano incrementó ayer ligeramente su mayoría en las dos cámaras del Congreso tras unas elecciones legislativas, estatales y municipales en las que el prestigio personal del presidente republicano, George Bush, ha sufrido más que el de su propio partido. En Tejas y en Florida, dos Estados de la Unión considerados claves con vistas a las presidenciales del año 1992, pasaron ayer a manos de los demócratas, a pesar de la intensa campaña desarrollada por Bush a favor de los candidatos republicanos.
El presidente consiguió, sin embargo, que el candidato de su partido a la gobernaduría del estado más poblado de la Unión, California, el hasta ahora senador Pete Wilson, saliera elegido.Los norteamericanos eligieron ayer a la totalidad de los 435 diputados de la Cámara de Representantes, a 35 de los 50 senadores, a 36 de los 50 gobernadores y a miles de parlamentarios estatales y funcionarios municipales desde alcaldes a sheriffs.
Los resultados para las dos Cámaras del Congreso de Washington computados a primeras horas de la noche de ayer indicaban que la oposición demócrata, mayoritaria en el Capitolio, había incrementado su ventaja en la Cámara baja entre ocho y nueve escaños y había conseguido arrancar a los republicanos un senador más, el de Minnesota.
La mayoría demócrata en la Cámara de Representes en el 101 Congreso norteamericano, que acaba de terminar su mandato, era de 83 diputados. En el Senado, la actual mayoría de 10 senadores de los demócratas se incrementará a 11 con la victoria arrancada a los republicanos en Minnesota. La composición final del Senado cuando se inaugure el 102 Congreso el próximo 3 de enero será de 56 senadores demócratas por 44 republicanos.
La ventaja del partido de la oposición en las dos Cámaras incrementará las dificultades actuales de Bush para pasar legislación con un Congreso adverso. Hasta ahora, el inquilino de la Casa Blanca ha podido rechazar los proyectos de ley que no eran de su agrado ejerciendo el derecho de veto que la Constitución reconoce a los presidentes. Pero, los vetos presidenciales pueden ser echados abajo con los dos tercios favorables de las Cámaras y la mayoría de Bush en el último proyecto de ley vetado -la ley de derechos civiles- fue de sólo un voto en el Senado.
Fin del veto
El líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja y excandidato a la nominación presidencial del partido de la oposición en las presidenciales del 88, Dick Grephart, manifestó ayer que la nueva composición de las Cámara demostraba que "los tiempos del gobierno de Bush por medio de la utilización del veto habían pasado a la historia". A escala nacional, la atención en las elecciones al Senado estaba concentrada en el estado sureño de Carolina del Norte, donde se enfrentaban el representante del ala más derechista del Partido Republicano, el veterano senador Jesse Helms, 69 años, martillo de comunistas, liberales, minorías raciales, homosexuales y artistas durante los últimos 18 años, y el arquitecto negro, el demócrata Harvey Gantt.
Como en tres ocasiones anteriores, Carolina del Norte, estado principalmente rural, ha vuelto a enviar a Helms al Senado por otros seis años, aunque esta vez con una mayoría mucho más reducida. Si Gantt, ex-alcalde de Charlotte, hubiera ganado la elección se hubiera convertido en el primer senador negro de la historia del Congreso norteamericano.
En el voto de las minorías, los republicanos se han apuntado una baza importante al conseguir la victoria de su candidato negro a diputado por una circunscripción electoral de Connecticut. Gary Franks, un concejal de la localidad de Waterbury, se convertirá en el primer diputado negro que representa al Partido Republicano en la Cámara de Representantes desde 1935.
Otro negro que ha resultado elegido es el ex-candidato a la nominación presidencial demócrata Jesse Jackson, que consiguió ser nombrado senador en la sombra por la capital federal de Washington, un cargo representativo y sin poder político alguno, creado para presionar a favor de la estatalidad del Distrito de Colombia. Para Jackson sin embargo, la elección es importante porque es el primer cargo para el que resulta sancionado por el voto popular.
El prestigio personal de Bush ha sufrido un duro revés en las elecciones para el cargo de gobernador de los estados de Florida y Tejas, donde el presidente había desarrollado una intensa campaña personal a favor de los candidatos republicanos Bob Martínez y Clayton Williams, respectivamente. En el caso de Martínez, la implicación de la familia Bush era total. La primera dama, Bárbara, había grabado incluso un vídeo propagandístico de apoyo al actual gobernador y el hijo del presidente, Jebb, era el director de la campaña de Martínez. El resultado ha sido la elección del candidato demócrata y ex-senador Lawton Chiles.
En Tejas, el estado adoptivo de Bush y donde el presidente pasó los dos últimos días de campaña, el apoyo presidencial no pudo evitar que el conflictivo Williams, autor de frases tan hirientes como "si una violación es inevitable es mejor relajarse y gozar" y "me encantan las prostitutas de El Paso", perdiera la elección ante la candidata demócrata y tesorera del estado, Anna Richards, a pesar de que Tejas tiene un déficit presupuestario de 3.000 millones de dólares. El consenso entre la población del estado de la estrella solitaria era que tenían que elegir "entre dos males". La pérdida de las gobernadurías de Florida y Tejas fue compensada sin embargo por la ganancia republicana de California donde el actual senador Pete Wilson obtuvo una apurada victoria sobre la candidata demócrata y exalcalde de San Francisco, Dianne Feinstein.
La victoria republicana en California es especialmente significativa para Bush debido a la importancia del estado más populoso de la Unión en las presidenciales de 1992. Los gobernadores elegidos el martes tendrán en sus manos la redistribución de los mapas electorales de acuerdo al censo de 1990. Por las variaciones demográficas y la emigración a California, y al resto de los estados de lo que se conoce como "el cinturón del sol", California se convertirá en árbitro de las elecciones presidenciales al obtener ocho escaños más de loa que tiene en la actualidad en el Congreso de Washington como consecuencia de la redistribución electoral.
Todas las elecciones producen resultados que se pueden calificar de curiosos. La curiosidad en esta elección ha sido la elección de un socialista a la Cámara de Representantes por el estado de Vermont en el noreste del país. Bernard Sanders, que se presentaba como independiente será el primer socialista que se siente en la Cámara baja desde 1939.
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