Hierro y plomo

El cuarteto de John Scofield se encontró con un público relajado cuando salió a ofrecer los temas que componen su último disco Time on my hands. El título refleja muy bien lo que sucedió en el concierto, porque Scofield pareció tener siempre al alcance de la mano los rasgos distintivos y esenciales de las diferentes épocas del jazz. Del blues rural a los hallazgos de Ornette Coleman, pasando por Jimi Hendrix y el rock and roll. Todo cobró sentido y adquirió unidad a través de su singular concepción de la guitarra en el jazz. Gran parte del mérito le correspondió a Joe Lovano, músico sutil, inteligente y de sonido robusto. Anthony Cox también colaboró positivamente con su obsesiva y arrolladora pulsación característica de los contrabajistas del free jazz, aunque no tan ajustado resultó el acompañamiento atropellado del batería John Riley.Enla segunda parte no hubo resquicio para la novedad. El saxofonista Bill Evans y el bajista Victor Bailey parecieron más dispuestos que nunca a rizar el rizo de las fusiones, haciendo una mixtura indigesta basada en la música de Miles Davis de los 80 y de la de Weather Report de los 70, con un resultado desolador.