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Crítica:CINE /
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Fantasmada

El cine comercial norteamericano se decanta hoy preferentemente por dos vertientes, ambas igualmente infantiles. De una parte, la violencia de tebeo. De otra, lo sobrenatural en todas sus variantes. Jerry Zucker, uno de los responsables de aquel simpático y un tanto primario Aterriza como puedas y director de este Ghost -que nuestros exhibidores, tan proclives a americanizarnos, no se han tomado la molestia de traducir- ha declarado en Madrid hace pocos días que el éxito arrollador de su filme en EE UU se debía a un cambio de tendencia en los gustos del público, que abomina ahora del "materialismo" de los años ochenta y está dispuesto a tragarse cualquier cosa que le endilguen a sus pupilas con la condición de que suene a producto "espiritual".Debe de ser cierto, pues de otra manera no se explica el éxito de un filme tan plano como tonto, tan vacuo como artificioso tan mal rodado, montado y actuado -¿a quién se le ocurrió que el actor Patrick Swayze podía llegar a ser algo más que una máquina de repartir bofetadas?- como este Fantasma que nos ocupa.

Ghost

Director: Jerry Zucker. Guión: Bruce Joel Rubin. Fotografia: Adam Geenberg. Música: Maurice Jarre. EE UU, 1990. Intérpretes: Patrick Swayze, Demi Moore, Whoopi Goldberg, Tony Goldwyn, Rich Aviles, Vincent Schiavelli Estreno en Madrid, cines: Majadahonda, Bellas Artes, Capitol, Luchana, Peñalver, Pozuelo, Parquesur, Excelsior, Vaguada y Lido.

La trama de Ghost se explica en breves palabras: un hombre es asesinado porque ha descubierto un lío contable que involucra a un amigo. El asesino persigue a la llorosa y enamorada compañera del difunto, mientras el fantasma de éste sufre su impotencia por no ser un simple mortal mientras contempla el cerco que se tiende alrededor de la chica. Finalmente, con ayuda de una médium que es además una avispada estafadora (Whoopy Goldberg, lo mejor del filme) logrará fraguar su venganza.

Mezcolanza

Todo esto está contado mediante una mezcla genérica que apela por igual al melodrama, al cine policiaco y a la comedia romántica, con clara preponderancia de ésta y con unos efectos especiales que, como no podía ser de otro modo, constituyen el centro del asunto.El tono dulzón de la peripecia de Ghost (sólo hay que ver para hacerse una idea de lo edulcorado del filme el impagable clip musical del baile de los amantes al comienzo del filme, y que se repetirá, como es previsible, hacia el final) es de vergüenza ajena, como también lo son las referencias a otros engendros (como la inefable película Always de Steven Spielberg).

Y sin embargo hay que convenir que el guión apunta líneas de trabajo por las que la historia no discurre, tal vez porque lo que más interesa a sus responsables es lo sentimental y el happy end. Por ejemplo, esa turbadora suposición de que la existencia más allá de la muerte puede reproducir, ampliadas, las obsesiones de la vida cotidiana (algo que se supone tras la irrupción, y nunca mejor dicho, del enloquecido muerto del metro). Pero como de lo que aquí se trata es de no complicarse la vida, las consecuencias saltan a la vista: un filme tosco, maniqueo (los buenos van al cielo envueltos en brillantes luces y los malos son literalmente tragados por unas sombras ululantes que proceden del subsuelo y llegan hasta la tierra), previsible hasta la náusea, mortalmente aburrido.

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