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La situación de la industria española anteel mercado único es preocupante, según la CE

La situación de las empresas españolas ante la creación de¡ mercado único en 1993 es "gIobalmente preocupante" según un estudio publicado ayer en Bruselas por la Comisión Europea. España cuenta a favor con la actitud positiva de los empresarios para afrontar una mayor competitividad, la reconversión de los sectores tradicionales en crisis, el despegue de la producción industrial y el flujo de inversiones extranjeras.

Las inversiones extranjeras, según el estudio,'refejan un desfizamento hacia proyectos epeculátivos en detrimento de los ligados a la producción. Nuestro país está relativamente bien dotado de mano de obra en relación al conjunto de la Comunidad'Las empresas españolas están mal representadas con vistas al mercado único, pero la situación privilegiada de España, que podría incitar a las multinacionales a instalar sus unidades de producción, permite mantener el optimismo, según el informe de la Comisión Europea.

Las conclusiones del informe de 357 páginas, sin contar los anejos, contienen un mensaje tranquilizador: no habrá perdedores ni ganadores por culpa del mercado único', afirma la Comisión Europea. La única excepción es Grecia, dada la gravedad de la recesión económica por la que atraviesa.En el caso español, la receta es que por poco que se beneficien del apoyo necesario, de medidas macroeconómicas y de una política de incentivos, las empresas españolas podrán proseguir su esfuerzo de inversión y mejorar así la calidad de sus productos y sus procesos de producción'.Los sectores con mejor porvenir son, a juicio de la Comisión, los de cerámica, calzado, juguetes, artículos deportivos, vino, espumosos, alimentación, construcción naval y automóviles. En ellos, España mantiene frente a sus socios 'una ventaja ligada al débil coste de la mano de obra. Las empreas españolas, añade el informe, deberían lograr aumentar su parte en el mercado comunitario'. Sin embargo, en el caso del automóvil, constituido por filiales de multinacionales, 'las perspectivas de futuro son, en toda lógica, tributarias de la política global que decidirán las empresas matriz'

.Otras ramas, como la químíca, la industria mecánica y el material de equipo eléctrico, 'continúan a remolque, aunque la fuerte participación extranjera puede hacer esperar modernizaciones y recuperación de competitividad. Por último, en los sectores de alto componente tecnológico (aeronaútica, informática, telecomunicaciones, etcétera), 'las empresas españolas se presentan netamente en desventaja frente a la competencia internacional y la situación no es muy alentadora'.

El talón de Aquiles de la industria española es el débil potencial tecnológico. España destina un 0,7% de su producto interior bruto a desarrollo tecnológico frente a más de un 2% de media comunitaria.

El estudio hace una valoración positiva de la reconversión industrial, de la modernización de las empresas públicas, y del proceso de privatizaciones.

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