Hollywood Boulevard
Que los peligros que acechan a nuestros yuppies contemporáneos no se esconden tras barnizados y kilométricos escritorios ni tienen el rostro de la implacable competencia financiera era algo que ya Tom Wolfe en La hoguera de las vanidades había convertido en materia misma de sarcástico drama: para el yuppy, la destrucción acecha en cualquier parte, tiene la apariencia de un coche deportivo lanzado por territorio hostil y desconocido, dispara mecanismos de odio racial y de clase que resultan insuperables a la postre. Pretty woman parte de idéntica situación, enfrenta a dos personajes situados en los antípodas de la escala social, aunque en buena lógica de¡ género -al fin y al cabo, se trata de una comedia sentimental-, su desarrollo será diametralmente opuesto.Los mimbres de que está hecho este cesto son, como es norma en el ciné comercial norteamericano de hoy, de procedencia diversa. Van desde lo más obvio -el Pigmalión de Bernard Shaw y sus variantes cinematográficas- hasta lo más calculadamente sibilino: en un toque que se inspira decididamente en las fuentes del maestro Capra, la trama termina convirtiendo al personaje, un especulador de gran altura, en un creador de riqueza,-y a su cenicienta en gran dama. Esta historia de galán inalcanzable y doncella de moral distraída se asienta sustancialmente en muy pocos elementos. No, desde luego, en su puesta en escena, funcionarial y gris, obra de un otrora afamado guionista y realizador televisívo, Garry Marshall, convertido hoy en baza segura de la comedia norteamericana, con títulos en su haber de la altura (es un decir) de Los locos, del bisturí o Eternamente amigas.La historia tampoco. se asientaen su sex-symbol masculino protagonista, un Richard Gere que, paradojas de la ficción, hizo su primera fortuna como acompañante de lujo para señoras ricas y solas en American gigoló de Schraderpara sucumbir amorosamente ahora, rico y solo, a manos de una prostituta de Hollywood Boulevard. En todo caso, el mérito es de la actriz que encarna a esta Vivían feliz, una espléndida, sensual, expresiva Julia Roberts. Ella, y sólo ella, aguanta sobre sus robustos hombros un edificio que casi siempre está a punto de venirse abajo. No es poco el mérito.
Pretty woman
Director: Garry Marshall. Guión: J. F. Lawton. Fotografía; Charles Minsky. Música: James NewtonHoward. EE UU, 1990. Intérpretes: Julia Roberts, Richard Gere, Ralph Bellamy, Jason Alexander, Laura San Giacorno, Héctor Elizondo. Estreno en Madrid, cines: Palacio de la Música, Majadahonda, Novedades, Juan de Austria, Aluche, Amaya, Califomia, Pleyel, Lope de Vega.
Babelia
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