El particularismo alavés
El Paramento vasco tiene 75 escaños, repartidos de forma igualitaria, a 25 por provincia. "Ese pacto que forzó Álava se hizo por miedo a ser subyugado", dice Santiago de Pablo, catedrático de Historia de la Comunicación en la Universidad de País Vasco. "El debate sobre su posible modificacíón", añade, ha hecho resurgir ese miedo y ha provocado el voto a UA". La supresión, en el año 1986, de las siete cuadrillas alavesas como circunscripciones electorales al Parlamento provincial, las juntas generales, con los votos del PSE, EE y EA, fue para este historiador la voz de alarma que puso en pie al foralismo, entonces representado por el PNV y AP.Para Santiago de Pablo, la bandera del foralismo "expresa la defensa a ultranza del particularismo alavés, que en realidad es un mito, como respuesta al miedo a perder una serie de tradiciones. La historia demuestra que el foralismo es independiente a las ideas políticas, y se echa mano de él por un sentimiento de miedo a perder lo conseguido".
Autoprotección
El sentimiento de miedo y de autoprotección es también el hilo conductor que propone Antonio de Rivera, profesor de Historia en la Universidad del País Vasco."En Álava, la provincia con menor porcentaje de vascohablantes, siempre han existido dos subculturas, la vasca y la castellana. El hecho de que la primera cuente, desde la creación de las instituciones vascas, con una estructura mayor que la castellana ha vuelto a aflorar el miedo al dominio y ha hecho resurgir el problema", afirma De Rivera.
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