Polémica en Montauban en torno a los papeles "desaparecidos" de Manuel Azaña

Manuel Martínez Azaña, sobrino de Manuel Azaña, presidente de la República Española desde 1936 a 1939, se ha defendido en Montauban de las acusaciones vertidas por algunos historiadores españoles que han afirmado, según él, que "la familia Azaña había secuestrado los papeles de don Manuel".

Muchos de estos papeles pertenecían a sus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, y "han desaparecido", según palabras de Martínez Azaña y de su prima María José Navarro Azaña. En este mismo sentido se han pronunciado las otras dos sobrinas, Enriqueta y Manolita Azaña Moles, aunque éstas afirman tener en su poder una carta de la directora general de Archivos en la que se les indica que parte de los documentos están en poder de la viuda de Azaña por considerarlos de propiedad privada. En este sentido, Martínez Azaña asegura que mantuvo una tensa reunión con el entonces ministro de Cultura, Javier Solana, para pedirle que los papeles no salieran de allí, y éste le comunicó que "no reconocía más familia Azaña que su viuda".

Cautela familiar

Tras este incidente, y siempre según informaciones de Martínez Azaña, Enrique de Rivas se presentó en el Ministerio de Cultura español como apoderado de la viuda y "con el consentimiento del ministro se llevó los papeles". Martínez Azaña señaló también que su actitud y la de su prima, de cautela y prudencia, para "evitar un escándalo familiar", se ha interpretado como "debilidad".Los "herederos" de Azaña vienen reclamando desde hace seis años que los documentos perdidos pasen a formar parte del patrimonio nacional y que "no beneficien a una sola persona", ya que, según el inventario que obra en su poder, entre los papeles figuran cartas de Azaña en el exilio, enviadas y recibidas por los políticos de la época, y artículos inéditos escritos en el denominado bienio negro, durante los 80 días que Azaña permaneció encarcelado en tres barcos de la Armada española.

Durante los actos de conmemoración del cincuentenario de la muerte de Azaña que se celebran estos días en Montauban (Francia), han coincidido las tres ramas de la familia Azaña que por diversas causas no mantienen ninguna relación entre ellos, lo que provoca situaciones tensas en sus encuentros.

Manuel Martínez Azaña reveló a EL PAÍS que su tío Manuel Azaña, en el momento de morir su padre propuso a su madre, Ana Azaña, que quería adoptarle, pero ésta, por motivos que desconoce, no accedió.

Enrique de Rivas no ha querido realizar hasta el momento ninguna declaración respecto a los documentos y la controversia suscitada en torno a su desaparición del Ministerio de Cultura, limitándose a decir que no quería hacer ningún comentario, "para defender los intereses de su tía".

Por otra parte, el ministro de Cultura español, Jorge Semprún, llegó ayer por la tarde a Montauban y visitó la biblioteca municipal, en la que se exponen diversos trabajos sobre los escritores de la guerra civil española. Hoy, tras visitar la tumba de Manuel Azaña y hacer una ofrenda floral, disertará sobre su figura en él teatro municipal.