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Telefónica valora en medio billón de pesetas la creación de un fondo externo de pensiones

Telefónica comunicó ayer a los sindicatos que el coste de la constitución de un fondo de pensiones externo que complemente las pensiones de los trabajadores de la empresa, tras la integración de la Institución Telefónica de Previsión (ITP) en la Seguridad Social, es de 504.000 millones de pesetas, según fuentes sindicales. De ellos, la empresa tendría que provisionar la mitad para la firma, antes de las doce de la noche de hoy, del plan de pensiones externo. Telefónica es la empresa sobre la que gravita el mayor peso relativo de los 800.000 millones de pesetas comprometidos hace un año por 282 empresas para crear planes externos. Seguros confía en recibir la documentación de un volumen de fondos de unos 400.000 millones.

La dirección general de Seguros había recibido, hasta ayer por la noche, unas 70 solicitudes para transformar antiguos sistemas de previsión internos de las empresas en fondos de pensiones acordes con la ley. Hace un año, 282 empresas se comprometieron a realizar esta transformación, lo que supondría un volumen de fondos de 800.000 millones de pesetas para cumplir los acuerdos pactados en pasadas negociaciones colectivas. A pocas horas del final del plazo (concluye hoy a las 12 de la noche), la Dirección General de Seguros sólo confía en formalizar planes por la mitad del importe comprometido, y esto si firma Telefónica, pues en caso contrario la cuantía sería muy inferior.

La firma o no de Telefónica se decidirá hoy mismo, después de que los sindicatos comuniquen a los trabajadores la oferta de la empresa para integrarla ITP en la Seguridad Social y constituir, paralelamente, un fondo de pensiones externo para complementar las prestaciones acordadas con los trabajadores de la empresa en convenio colectivo. Estas prestaciones adicionales incluyen tanto la jubilación anticipada a los 60 años como un complemento de pensiones sobre lo que garantiza la Seguridad Social.

Valoración global

El coste total de ese plan de pensiones, actualizado, a pesetas de 1990 para todos los trabajadores que hay ahora mismo en la empresa es, según comunicó ayer la dirección de Telefónica a los sindicatos, de unos 504.000 millones de pesetas. Este coste incluye las futuras prestaciones cuando los trabajadores hoy activos se jubilen, más las prestaciones para los ya jubilados.

La dotación para el plan de pensiones externos sería ahora aproximadamente de la mitad de ese importe. El problema, para firmar el plan antes de las 12 de la noche, es que los sindicatos quieren comprobar antes las cifras ofrecidas por la empresa, lo que llevará más allá de la hora límite.

Economía ha dejado claro que no habrá ninguna ampliación del plazo, aunque considera viable y positiva la propuesta de Comisiones Obreras para flexibilizar esta carrera contrarreloj. La propuesta de CCOO consiste en añadir una disposición adicional al texto de los reglamentos de constitución de los planes de pensiones que se han firmado estos días. El objetivo de esta cláusula adicional es introducir elementos de flexibilidad para cubrir la diferencia entre el coste total de los servicios pasados y los fondos ya constituidos.

Esta fórmula no contaba, al cierre de esta edición, con el respaldo de la dirección de Telefónica. UGT reiteró su propuesta de firmar un acta con el compromiso de llegar a un acuerdo; una idea que Economía ha rechazado de plano para el conjunto de las empresas pues sólo significa, según aseguró ayer el secretario de Estado, Pedro Pérez, una ampliación del compromiso sellado hace un año.

Fuentes de UGT, sin embargo, consideran que una fórmula de este tipo sería la única viable para salvar el problema que arrastra Telefónica, sociedad que ahora preside Cándido Velázquez-Gaztelu.

Paralelamente a esta negociación, pero con menores problemas, se están desarrollando conversaciones maratonianas en la mayor parte de las 282 empresas que se comprometieron a transformar sus fondos internos. El segundo peso pesado de la transformación, el Banco Central, ya ha dejado claro que no irá al cambio de interno a externo, por lo que deberá correr con los costes fiscales de las dotaciones ya constituidas. Estas provisiones superan los 50.000 millones, que estarán sujetos al impuesto sobre sociedades. En los fondos internos las empresas no ceden el control de ese dinero a los trabajadores, pero, a cambio, tienen un importante coste fiscal.

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