"La destrucción de los bosques tropicales afecta a todos los habitantes del planeta"

Judith Gradwohl, especialista en los problemas y conservación de las selvas húmedas -situadas 20 grados al norte y 20 al sur del ecuador terrestre-, considera que las personas que no habitan en países tropicales deben recapacitar sobre la destrucción de esas áreas "porque también es su problema". "La desertiz ación", indica, "nos afecta no sólo por la liberación de carbono en forma de dióxido de carbono que genera, lo que provoca un mayor calentamiento del planeta, sino también porque perdemos una importante- reserva biogenética: materias primas para medicamentos, y alimenticia: frutos, verduras y especias.

Según la ecóloga estadounidense, uno de los fenómenos más recientes provocado por la destrucción de los" bosques tropicales es la aparición de los denominados refugiados ecológicos. Estas personas, en su mayoría agricultores, al no poder vivir de su trabajo porque las tierras cultivables han quedado desiertas, tienen que abandonar sus países de origen y emigrar a otros lugares donde puedan asegurar su subsistencía. Esta situación, explica Gradwohl, va en aumento y se produce básicamente en países como Haití y El Salvador.Gradwohl, directora de la Oficina de sensibilización medioambiental de la Smithsonian Institution de Washington, que pro-,, nunció recientemente en Barcelona una conferencia sobre El destino de la selva tropical húmeda, invitada por la Fundación Caixa de Pensions, sostiene que el conjunto de los bosques tropicales, cuya superficie es superior a un billón de hectáreas -dos veces Estados Unidos-, "tienen graves problemas de desertízación". "No todas las selvas húmedas del planeta presentan los mismos problemas", 'explica. "Mientras que en Latinoamérica la destrucción está originada básicamente por la falta de control de la agricultura y la ganadería, y por la implantación de industrias, en Africa y Asia la aniquilación del ecosistema proviene de la tala masiva de árboles". Para la ecóloga, detrás de la destrucción de las selvas húmedas subyacen intereses políticos y económicos, como la enorme deuda externa que tienen la mayor parte de los países tropicales, considerados. del Tercer Mundo.

OptimismoPese a todo, Gradwohl se confiesa optimista respecto a la recuperación de las zonas afectadas por la desertizacion, asi como con los programas destinados a que la destrucción no avance. "Aunque", matiza, "de momento, sólo tenemos asegurada completamente la preservación del 10% de la superficie de los bosques, que es el territorio correspondiente a los parques naturales".

Los programas para salvar has selvas tropicales "son pequeños, pero muy útiles", dice la experta. La iniciativa de los proyectos suele partir de organizaciones mundiales y de los gobiernos, pero también hay programas realizados por los habitantes de la zona o por las industrias que operan en el área.

Los mejores proyectos, según Gradwohl, se refieren al control de los cultivos agrícolas -Costa Rica, Colombia, Perú y Brasil-, asentamiento de animales -iguanas en Panamá y Costa Rica-, limitación de la tala de árboles así como al establecimiento de reservas naturales y el fomento del turismo ecológico -Tailandia-. La especialista juzga que la acción que llevan a cabo algunas industrias al replantar el 50% de los árboles que cortan es también importante.