Discriminación suiza
Si su hija o su esposa tienen que trabajar en Suiza, no le debe extrañar que cobren menos que cualquier hombre, aunque tengan la misma categoría y hagan idéntico trabajo con igual eficacia. Y esto no por ser extranjeras, sino por ser mujeres. No se debe extrañar, señor director, porque la mujer en Suiza está discrimínada laboral y políticamente: todavía hay cantones donde la mujer no tiene derecho al voto.Tampoco deberá extrañarle que las empresas suizas, fiel reflejo de lo que ven en su país, hagan lo mismo en España, justificándose, además, en la generali-
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Viene de la página anteriorzada discriminación que por razón de sexo se da en las empresas españolas, como frecuentemente ha señalado la prensa en general y especialmente EL PAÍS.
Lo que tal vez le parezca increíble es que si su esposa o su hija solicitan la igualdad salarial y laboral de acuerdo con la legislación española y comunitaria, desprecien cínicamente todas nuestras leyes, incluida la Constitución, haciéndote percibir sutilmente su helvética superioridad. Eso sí, aparentarán una exquisita pulcritud legal, aunque después defrauden a la Seguridad Social declarando como horas estructurales multitud de horas extraordinarias normales o exijan hacer incontables horas extraordinarias, incluso en época de embarazo, además de otras irregularidades.
Hace ya un año que mi mujer solicitó esa equiparación, y por ello, aunque los juzgados de lo Social nos den la razón, tendrá que dejar la empresa en la que recientemente ha cumplido 20 años de antigüedad, no sin antes haber pasado por una penosa depresión de la que aún no se ha recuperado. Entre tanto, cura ut valeas... et cave helvetios.- Valeriano de la Cruz Mañanes.
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