El Golfo, la URSS y el Este, en la cumbre de la CE

Los jefes de Estado y de Gobierno de la CE deben volcarse en la cumbre que comenzará el sábado en Roma sobre "el futuro de la unión política, cuya preparación está menos avanzada que la unión monetaria", afirmó ayer el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors. "El marasmo económico de la URSS, el estrangulamiento del Este y el primer debate de los Doce sobre el Golfo" son, en su opinión, los otros tres grandes temas de esta reunión extraordinaria, "provocada por la presión de los acontecimientos internacionales".

El presidente de la Comisión Europea informará a los Doce de la situación en la URSS, de acuerdo con el compromiso alcanzado en junio en Dublín. La discusión será amplia y abordará "el porvenir, las oportunidades y los riesgos sociales y económicos de la perestroika". A pesar de que Alemania ha puesto en marcha un plan de ayuda a la Unión Soviética por valor de 3.300 millones de marcos (220.000 millones de pesetas) y de que Francia solicita un acuerdo económico global y de gran envergadura, la Comisión Europea aún no ha podido evaluar las necesidades soviéticas ni la eficacia política de ese apoyo.Las consultas con las autoridades de la URSS finalizaron el pasado domingo, aunque el principal problema es la dificultad de obtener recursos presupuestarios. Holanda plantea un mercado común energético con la Unión Soviética. Felipe González acudirá a la cumbre presionado por la visita a España de Gorbachov y con el mensaje de que es necesario tomar una decisión antes de fin de año.

Los Doce revisarán la situación de los países del Este, acuciados por la factura petrolífera y por el cambio de las reglas del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). En 1991 dejarán de beneficiarse de los suministros privilegiados de la URSS y deberán pagar sus compras de petróleo y gas con divisas fuertes y a precios de mercado. Las nuevas necesidades financieras de Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia ascienden; según los cálculos de la Comisión, a 14.750 millones de dólares (1,47 billones de pesetas), que necesitan de manera urgente. En cuanto a la crisis del Golfo, será la primera vez, según Delors, en que los Doce "puedan abordar juntos las amenazas de guerra" después de los numerosos contactos bilaterales mantenidos.

La unión política

La cumbre de Roma dará pie al primer pronunciamiento de los líderes de la CE sobre los trabajos preparatorios de la conferencia intergubernamental para la unión política. Lo más útil para la Comunidad sería que se centraran en este tema, que ocupará la cuarta parte de los debates, afirmó Delors. En su opinión, la reforma de los tratados de la CE debería incluir "un compromiso de apoyo recíproco".

Para el presidente de la Comisión Europea, "hace falta superar el tabú de la cooperación en desarme y armamento" e ir más allá que una simple integración de la Unión Europea Occidental (UEO) en la CE.

A pesar de su deseo de centrar la cumbre en la unión política, el propio Delors no pudo evitar referirse continuamente a la unión económica y monetaria. La cumbre de Roma, dijo, tiene que fijar una fecha de paso a la segunda fase preparatoria de la creación de la moneda única. Esa decisión debe ir acompañada de ciertas condiciones objetivas para "garantizar un paso automático y evitar las apreciaciones subjetivas y equívocas que han impedido avanzar tantas veces a lo largo de la historia de la CE".

La fecha de la tercera etapa, la del inicio de la moneda única y del banco central europeo, debe ser también "una decisión política de los jefes de Estado y de Gobierno, la cual no conviene tomar por ahora".

Delors'insistió en que esa fase final puede ser abordada con períodos transitorios especiales para los países con dificultades, pero en la segunda fase deben participar todos a la vez, poyque "es preparatoria y no ilusoria". "Cualquier otra alternativa sería inaceptable, porque sería rechazar una fecha", dijo.

La polémica de las sedes

Sobre el tema de las sedes de las instituciones comunitarias que emponzoña las relaciones en la CE, el presidente de la Comisión Europea se pronunció por "mantener las tres capitales de Europa" (Bruselas, Luxemburgo, Estrasburgo) para evitar "una disputa sin fin".

La falta de acuerdo sobre la sede definitiva del Parlamento Europeo ha impedido poner en marcha la Agencia Europea de Medio Ambiente, el Instituto de Formación para el Este, la Agencia de Marcas, la Oficina de Semillas o la de Medicamentos. España reclama para sí la oficina de marcas o la agencia de medio ambiente. La presidencia italiana ha contribuido a echar leña al fuego, al pedir esta última para Milán a cambio de su apoyo a Francia a favor de Estrasburgo.