La URSS comprará bienes de consumo con parte del dinero que le preste España

M. G. / I. C. Buena parte del crédito que España concederá a la URSS con motivo de la visita que inicia mañana el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, se dedicará a la compra de bienes de consumo, según acordaron ayer delegaciones de los dos países. Fuentes económicas españolas admitieron que no es habitual que este tipo de préstamos, cuyo importe superará con creces los 1.000 millones de dólares (casi 100.000 millones de pesetas), incluya bienes de consumo. Ello demuestra la gravedad de los problemas de abastecimiento de la Unión Soviética.

Las dos delegaciones negociaron ayer las condiciones del crédito, vinculado a la compra de bienes nacionales, que España concederá a la URSS, como prueba de su apoyo a la perestroika de Gorbachov. Una parte del mismo, alrededor del 50%, servirá para financiar la adquisición por la Unión Soviética de artículos de consumo duradero, con un plazo de amortización de hasta tres años. El resto se destinará a la exportación de bienes de equipo y su plazo de amortización llegará hasta ocho años.Hoy está previsto que las dos delegaciones acuerden las condiciones concretas del crédito, así como su importe, que en medios próximos a la negociación se estima podría superar sustancialmente los mil millones de dólares ofrecidos por España. La inclusión en el préstamo de los bienes de consumo, a petición soviética, no es habitual en este tipo de acuerdos, según reconocieron fuentes económicas españolas. Durante las conversaciones, la delegación soviética ha hecho hincapié en que la devolución del préstamo no se inicie antes de 1992, pues creen que el año próximo será ser muy duro para su país, por el impacto del programa de transición a la economía de mercado.

El acuerdo financiero, del que sólo podrá firmarse una declaración de intenciones, no es el único que ayer negociaban contrarreloj delegaciones de los dos países. Representantes de ambos gobiernos ultimaban el texto de la declaración política conjunta que el sábado suscribirán el presidente español, Felipe González, y el de la URSS, Gorbachov. En medios conocedores de dicho documento se asegura que este incluirá una expresión formal del apoyo español a la política de reformas del líder soviético, así como un respaldo de Moscú a la propuesta española de celebrar una conferencia de seguridad en el Mediterráneo. Las dos partes estudian la posibilidad de elevar el rango de la declaración política y convertirla en un acuerdo de amistad y cooperación.

De la docena de acuerdos que se firmarán durante la visita, destaca el que, institucionaliza las consultas políticas entre los ministerios de Asuntos Exteriores. Dicho acuerdo, el primero que firma España con un país no aliado, prevé la realización de contactos urgentes, al nivel que se decida en su momento, cuando alguna de las partes crea que existe una amenaza para su seguridad. No se trata todavía, dijeron diplomáticos españoles, del establecimiento de un canal permanente de consultas, pero abre el camino para que se establezca en un futuro.

Finalmente, las dos partes consiguieron cerrar ayer el programa de la visita, aunque se mantenían dudas sobre el desplazamiento de Gorbachov a Barcelona y sus entrevistas privadas en España. Tanto la Casa Real como Presidencia del Gobierno intentaban encajar las numerosas peticiones recibidas con el número limitado de invitaciones para la cena gala el viernes por la noche en el Palacio de Oriente y el almuerzo del sábado en la Moncloa. Andrei Gratchev, subdirector del departamento internacional del Comité Central PCUS restó ayer importancia a los problemas surgidos durante los preparativos de la visita, que calificó de "técnicos".

La imposición a Gorbachov de los atributos de doctor honoris causa por las universidades Autónoma y Complutense de Madrid, que complicó hasta última hora el cierre del programa, se realizará el sábado por la tarde en el Palacio del Pardo, residencia del presidente soviético durante su estacia en la capital. Mientras que la visita al Ayuntamiento madrileño se hará el viernes por la tarde. El programa privado de Raisa Gorbachova será muy reducido y se limitará a una visita al Museo del Prado, el viernes por la tarde, y la inauguración del Instituto Complutense de Ciencia y Cultura Soviética, el sábado por la mañana, en compañía siempre de la reina Sofía. Diversas fuentes descartaron la posibilidad de que la esposa del líder soviético vaya de tiendas en Madrid, debido a la mala imagen que ello tendría en la opinión pública de su país.

Nutrida comitiva

Más de 120 personas forman la comitiva de Gorbachov, a pesar de lo reducido de su tiempo de estancia en España. Prácticamente la mitad de esta cifra corresponde a policías y agentes soviéticos que, a las órdenes del general Yuri Plejanov, intentarán garantizar la seguridad del presidente de la URSS. Este dispositivo se complementará con el organizado por el Ministerio español del Interior, que ha movilizado a más de 700 miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado (además de agentes de Policía Municipal y de los Mossos de Esquadra catalanes) en misiones de vigilancia estática de los lugares donde se desarrollará la visita y de seguimiento de la comitiva oficial.

Para la visita a España, el Gobierno soviético utilizará d os aviones Ilyushin II-62M, con capacidad para casi 200 personas, en uno de los cuales está prevista la llegada del propio Gorbachov al aeropuerto de Barajas a las 13 horas del mediodía de mañana. Además, el presidente de la URSS se ha traído a España su propio vehículo, a pesar de que el Gobierno español le había ofrecido un Rolls Royce. Además de agentes de seguridad y funcionarios, la delegación soviética incluye un amplio elenco de diputados, intelectuales y artistas; e incluso un arzobispo ortodoxo, Kiril Metropolita.