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La Guardia Civil hace estallar un coche bomba en Cantabria

Un equipo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil frustró ayer, 10 minutos antes de las 17 horas de ayer, un atentado con coche bomba que ETA había preparado en la localidad de Pesués, perteneciente al Ayuntamiento de Val de San Vicente, a 73 kilómetros al oeste de Santander. El edificio municipal y un colegio sufrieron destrozos como consecuencia de la explosión. Un miembro de la Guardia Civil resultó herido leve en la cara y la cabeza. A primera hora de la tarde, una voz anónima, que decía hablar en nombre de ETA, avisó al periódico Egin de la colocación de un coche bomba en la localidad cántabra de Unquera, situada a cuatro kilómetros de Pesués y fronteriza con Asturias. Poco después de ser alertada, la Delegacion del Gobierno de Cantabria cursó aviso a las Fuerzas de Seguridad del Estado a fin de emprender la búsqueda del coche bomba, un Opel Kadett con matrícula de Burgos. No había transcurrido media hora desde su movilización cuando la Guardia Civil localizaba en Pesués y no en Unquera el vehículo que buscaba, mientras desde Santanderse había puesto en camino hacia el lugar un equipo de desactivación de explosivos.Una amplia zona de Pesués quedó acordonada, mientras se ordenaba la evacuación de los edificios inmediatos al coche estacionado. Éste se encontraba a unos 100 metros del cuartel del Gaurdia Civil y a muy escasa distancia de los edificios del Ayuntamiento y del colegio nacional de EGB, que tiene 400 alumnos, la mayoría de los cuales al hacer uso del comedor escolar se encontraba en el edificio. El colegio fue desalojado precipitadamente.

Destrozos

Alrededor de las 16.50, según hizo saber en un comunicado la Delegación del Gobierno, el equipo de desactivación procedía a la voladura del vehículo. La explosión lanzó por el aire el coche y ha dejado en estado ruinoso el edificio municipal, construido hace unos 30 años, y muy deteriorado el colegio, mientras otros ininuebles col ' indantes, entre ellos el cuartel de la Guardia Civil, quedaron sin puertas ni ventanas y con uña general destrucción de los cristales. La explosión del coche, cargado con unos 70 kilos de explosivos, produjo un cráter en el suelo de cuatro metros de diámetro por tres de prorfundídad. La explosión fue escuchada por vecinos residentes a más de 10 kilómetros de distancia.

El vehículo utilizado por ETA, al parecer robado, era un Opel Kadett dotado de una matrícula falsa BU-2634-M que corresponde a un Nissan Vanette del que es propietaria una empresa de la localidad burgalesa de Villalbillo.

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