Los sandinistas se hacen empresarios

Hace 11 años, los sandinistas soñaban con la revolución. Hoy día, tras la derrota electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en marzo pasado, hay algunos que sueñan con un negocio rentable. El ex ministro de Turismo Herty Lewites es uno de ellos. Intenta competir con las líneas aéreas nacionales e internacionales con su Central American Airlines (CAAL), cuyos socios son importantes ex funcionarios del Gobierno sandinista.

El primer vuelo de CAAL, línea aérea que por el momento sólo cuenta con un avión 727-200 alquilado a Transer de Haití, será inaugurado el próximo 27 de octubre."Venimos haciendo estas gestiones desde hace más de dos años, para estimular la competencia que tiene Aerónica, la aerolínea estatal. Pero hubo oposición dentro del Gobierno sandinista", comentó William Hupper, uno de los socios de CAAL. Por ahora, CAAL se limitará a volar a Miami tres veces por semana. Evidentemente es la ruta más rentable después de que se levantara el embargo de los Estados Unidos contra Nicaragua.

"El toque humano es fundamental para triunfar en este negocio", afirma Jaime Marenco, gerente de CAAL -también sandinista-, cuyos 30 años de experiencia en ese mundo incluye, no sólo haber representado a Iberia en Nicaragua durante ocho años, sino también haber transformado la línea aérea La Nica, propiedad del Gobierno somocista, en Aeronica, propiedad del Gobierno sandinista

Aunque, Hupper calcula un gasto mensual de 300.000 dólares, CAAL ya ha invertido un millón de dólares en su promoción y en la instalación de una oficina en Managua y otra en Miami. El capital de la empresa, según los socios, es nacional en un 68% y extranjero en un 32%. Este último está a nombre de las compañías extranjeras General Development y Bassatne Investment. El presidente de CAAL es George Hallaq, un millonario de origen greco-palestino nacido en Nicaragua, quien fuera embajador del Gobierno sandinista en Atenas.

Según Lewites, el FSLN, como tal, no tiene ni una sola acción en CAAL. "Ésta no es una empresa del Frente; ahora bien, si yo como empresario sandinista se me ocurre compartir mis ganancias con mi partido, eso ya es problema mío", aseguró Lewites.

"Todos aquí somos miembros del FSLN, todos queremos seguir siendo miembros del Frente y muchos de nosotros pensamos hacer de esta línea aérea un negocio rentable para contribuir de alguna forma a las actividades políticas y a la campaña electoral del Frente en l996", afirmó Hupper.