Lucha entre rivales

"Es una lucha entre rivales y no entre dos partidos con diferentes programas", afirma un profesor de un instituto no oficial de estudios políticos al hablar de los comicios de este fin de semana en Malaisia. El Gobierno decidió adelantarlos en un año para no dar tiempo a que se consolide el bloque opositor y aprovecha la buena coyuntura económica y los efectos a corto plazo positivos de la crisis del Golfo como consecuencia de la riqueza petrolífera de Malaisia.Se espera que la economía crezca un 9% este año y un poco menos el próximo como resultado de la recesión norteamericana, lo que supone el ritmo más alto de los países asiáticos y le coloca a un paso de entrar en el denominado club de nuevos países industrializados.

Mohamed Mahathir es un médico de 65 años, de origen paquistaní, con problemas cardiacos, jefe M Gobierno desde 198 1. Ha sido motor del fuerte desarrollo que ha experimentado el país, y, en realidad, la industria nacional y extranjera han respaldado su programa con la mayor inversión jamás registrada en la historia del país.

Despierta odio y pasiones. Puede ser pragmático y flexible, como así fue cuando corrigió el rumbo de la economía tras dos años de crecimiento cero a mitad de los ochenta incentivando la inversión extranjera. Pero también autoritario, aplicando contundentemente una ley de seguridad interna que permite detener sin limitaciones de tiempo antes de juicio. En octubre de 1987, amparándose en esa ley, puso en la cárcel a un centenar de políticos, periodistas y abogados, entre ellos algunos parlamentarios, y cerró tres periódicos.

Por su parte, Hamzah Razaleigh es un príncipe acaudalado de 53 años del Estado de Kalentan, que sueña desde hace tiempo con llegar a ser primer ministro. Las posibilidades de triunfo de Razaleigh son escasas, por no decir mínimas. En realidad, la incógnita está en saber si la coalición de Gobierno mantendrá como lo ha hecho siempre la mayoría de dos tercios en el Parlamento, mayoría que le faculta para enmendar la Constitución cuando así lo desea.

Mahathir ya ha dicho que la mayoría absoluta no es suficiente para él y que cualquier resultado que no alcance los dos tercios parlamentarios lo considerará como una derrota. Algunos analistas consideran posible tal hipótesis, que puede abrir la vía hacia un sistema bipartidista hasta ahora inédito en el país.