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El fútbol alemán oriental agoniza

Los clubes buscan refuerzos en las divisiones inferiores británicas

El fútbol de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA) busca oxígeno entre los equipos británicos de las divisiones inferiores. En su batalla para sobrevivir en su última Liga ante los efectos de la reunificación alemana, los clubes sólo encuentran la posibilidad de contratar jugadores baratos, desconocidos en el gran mercado europeo y capaces de aventurarse a competir en un torneo a extinguir y preso de grandes problemas económicos. Sólo los dos primeros entrarán en la máxima categoría de la Bundesliga.

Privados de las subvenciones estatales del antiguo régimen comunista, los clubes del Este de Alemania han visto cómo sus mejores futbolistas han emigrado directamente a la Bundesliga, el campeonato del Oeste, en el que el dinero corre con generosidad. Las dificultades se ampliarán en la próxima temporada, cuando la competición alemana también quede reunificada. El entrenador del Lokomotiv de Leipzig, Guenther Boehme, cree que la contratación de modestos jugadores británicos puede rebajar en gran parte los efectos de la fusión de los dos torneos."Los jugadores de la Segunda, la Tercera y la Cuarta División inglesas son muy interesantes. Ellos pueden adaptarse pronto a nuestro juego. Además, son competivios y trabajan duramente", dice Boehme. Cualquiera puede pensar que el traslado de futbolistas del Darlington o el Huddersfield a los campos alemanes es algo chocante, casi ridículo, pero el fútbol de la desaparecida RDA vive una época de tremenda depresión tras los últimos sucesos políticos.

El estadounidense Paul Caligiuri, uno de los mejores jugadores de la selección norteamericana durante el Campeonato del Mundo de Italia 90, se gana la vida en el Hansa Rostock. Para Caligiuri y todos los jugadores que decidan instalarse en la antigua RDA, la vida no será fácil. El propio Lokomotiv, que hace tres años alcanzó la final de la Recopa, está al borde de la bancarrota. Boehme sabe que tendrá que buscar futbolistas baratos en cualquier lugar para sobrevivir El Lokomotiv era el club de la compañía ferroviaria estatal. En los últimos meses, muchos de sus trabajadores han sido despedidos. "Hay miles de personas de la empresa que están en el paro o a punto de ser despedidas. Cuando la gente pierde sus trabajos resulta difícil pedir dinero para mantener a un grupo dé futbolistas", declara Boehme.

Sólo la 'basura'

Los problemas se acrecentarán la próxima temporada. Los dos primeros equipos de la Liga oriental se unirán a la Bundesliga en su Primera División. Los seis siguientes se integrarán en ella, pero en la Segunda. Aumentará la crisis por la sangría de jugadores que sufren los del Este. Al reclamo de los grandes salarios han viajado al Oeste los mejores jugadores, como Kirsten, Sammer o Tohín. El tráfico hacia el Este se ha limitado a unos pocos de cuarta fila, incapaces de lograr un puesto en la Bundesliga. "Los futbolistas de gran categoría van al Oeste; la basura, al Este", ha declarado un intermediario.

"No podemos competir con el dinero de la Bundesliga. Buscaremos en Polonia y Checoslovaquia y también recurriremos al fútbol inferior británico. Con nosotros tienen la zanahoría para acudir a un campeonato que puede servirles de escaparate para entrar en la Bundesliga", expone Boehine.

La recuperación del fútbol oriental parece complicada. En sus mejores días, durante el decenio de los 70 -la RDA llegó a vencer a la RFA en Múnich en el Mundial germano de 1974-, el Lokomotiv veía su estadio lleno con 80.000 espectadores. Ahora tiene suerte si acuden a él unos 4.000. "Pasarán tres o cuatro años antes de que las cosas puedan mejorar con jóvenes jugadores", pronostica Boehme. Pero es posible que, para entonces, la caballería del Carlisle y el Chesterfield haya llegado.

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