"Ningún personaje es totalmente inocente"
FIETTA JARQUE Alan J. Pakula, director de películas como Todos los hombres del presidente y La decisión de Sophie, acaba de concluir su último trabajo, Presunto inocente, con Harrison Ford como protagonista. Un drama en el que un fiscal idealista se ve obligado a sentarse en el banquillo de los acusados. Para el director norteamericano, que ayer estuvo en Madrid, todos los personajes de la historia son duales, y ninguno totalmente inocente.
Alan J. Pakula concluye una jornada en la que ha ofrecido más de una decena de entrevistas con el mismo entusiasmo por su película como si se tratara de la primera vez que habla de ella. Da explicaciones detalladas sobre su enfoque de cada uno de los personajes y los motivos de su comportamiento. Pero antes prefiere dejar claro qué fue lo que le movió a hacer esta película. "En el fondo de cada historia subsiste el conflicto entre el bien y el mal", afirma. "Siempre me he sentido atraído por las historias en las que existe una pérdida de la inocencia y también por aquellas en las que los personajes sienten extrañas o difíciles combinaciones de inocencia y culpabilidad"."Hubo tres cosas que me atrajeron del libro en el que se basa Presunto inocente", añade. "La primera fue la magnífica trama de la novela, la fuerza del personaje central, que sostiene el argumento y sin el cual no se trataría más que de un truco barato. Lo segundo fue su visión del sistema de funcionamiento de la justicia en Estados Unidos, visto desde dentro por alguien que forma parte de él. Y lo tercero, que se trata de la historia de un hombre que cree y sabe que es un idealista, un defensor de la justicia y la verdad. Un fiscal que persigue el delito y que un día descubre que
él también puede ser un criminal en potencia".
La víctima también entra en el delicado juego de la balanza. "La mujer asesinada es alguien a quien puede considerarse una zorra", dice Pakula, "pero puse especial atención en que quedara claro que era una magnífica abogada, sobre todo que asumía compromisos muy fuertes con sus defendidos, como el caso del niño maltratado. Pero como es ambiciosa y usa su sexualidad para salir adelante muchos la consideran una verdadera zorra. Yo creo que si un hombre ambicioso hiciese lo mismo estaría bien considerado. Creo que la mujer, aún ahora en nuestra sociedad posfeminista, tiene muchas más dificultades en lograr el poder y el éxito que los hombres". "Nadie es totalmente inocente", añade el director. "Todos los personajes de esta historia presentan esa dualidad que a veces justifica su conducta y a veces les enfrenta a situaciones inesperadas".
Pakula está considerado como un director de actores, aunque él prefiere pensar que la arquitectura visual de sus películas es lo más logrado. "Lo que más recuerda la gente de mis películas son las interpretaciones de los actores", dice. Y añade: "Me gusta mucho trabajar con actores de talento, y no soy capaz de lograr una gran interpretación de un mal actor. En realidad, no conozco a nadie que lo consiga. Pero me gustaría pensar que tan importante como esto es la estructura interior de la película. Creo que el estilo visual debe servir al relato de la historia, y prefiero que no se marque demasiado, que no sea muy evidente".
Con respecto a su trabajo con Harrison Ford, Pakula se siente satisfecho. "Harrison Ford es una de las personas más brillantes con las que he trabajado y posee un gran sentido de lo que es contar una historia", dice; "tiene la rara cualidad de hacer preguntas simples que requieren respuestas complicadas. Es un actor que además ha contribuido mucho al guión de la película".
Babelia
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