Los rehenes españoles abandonan hoy Bagdad tras 75 días de cautiverio

"No se nos saltaron las lágrimas, pero las burbujas se nos subieron a más de uno", dijo ayer a este periódico Carlos Socias, uno de los 15 españoles que hoy abandonan Bagdad después de 75 días como invitados del régimen de Sadam Husein al comentar cómo recibieron la noticia del permiso de salida. "Me he quedado sin cava, sin jamón y sin chorizo, pero feliz de que todos puedan volver a casa", dijo el embajador Juan López Chicheri, en cuya residencia se celebró el sábado la autorización de salida de los 15 rehenes, siete de los cuales han compartido su mesa y su casa durante muchas semanas.

[El Gobierno de Irak espera que España haga "un gesto positivo" en cuanto al bloqueo o a su posición militar en el conflicto, manifestó anoche el ministro de Información iraquí, Latif Yasim, informa Efe. "No hemos pedido nada a cambio de la liberación de los españoles, pero estamos seguros de que esta medida mejorará las relaciones entre Irak y España", agregó el ministro en Bagdad, en declaraciones a tres medios españoles y otros dos europeos.Al permitir la salida de los 15 españoles "hemos cumplido con nuestra obligación y nuestra responsabilidad; ahora la otra parte tiene que hacer lo que crea conveniente", manifestó Yasim. Y agregó que en la decisión adoptada ha sido "especialmente importante" la mediación de la delegación no gubernamental española llegada a Bagdad].

Alegría de González

El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer en Barcelona, tras su primera visita a las instalaciones olímpicas, que la noticia de la vuelta de los 15 conciudadanos le produjo "muchísima alegría". "Su retención era motivo de preocupación serio para nosotros. Por tanto nos da mucha alegría", añadió.

La fiesta en la residencia del embajador Chicheri para celebrar la liberación de los rehenes duró hasta las tres de la madrugada, y ayer, el último día en Bagdad, los 15 españoles se levantaron temprano para acompañar a la delegación que ha gestionado su salida a la Asociación de Amistad, Paz y Solidaridad con Irak. El presidente de ésta Adnan Dawud, les dijo que los "tradicionales lazos de amistad hispano-árabes" habían sido de terminantes para que el Gobierno iraquí diese el "paso excepcional" de autorizar la salida de todos los huéspedes españoles.

Francisco Llorca asegura que su último día en Bagdad transcurrió "muy normal". Este hombre de negocios, acostumbrado a pasar largas temporadas de trabajo en Irak y en otros países de la zona, considera que para él "todo ha sido más fácil" que para el resto de sus compañeros de infortunio. "Me siento muy bien y muy contento". El ánimo de Llorca contrasta con el del magistrado Juan Miguel Torres Andrés: "Estamos destrozados física y moralmente. Después de la depresión y de los nervios de estos días estamos completamente agotados". Según Torres, "los altos y los bajos" de las negociaciones entre la delegación española

y las autoridades iraquíes hicieron que en muchos momentos los 15 rehenes se sintieran "bastante hundidos".

Horas preciosísimas

Socías se encuentra más animado y sólo piensa en volver a abrazar a su mujer y a sus dos hijos pequeños. Este joven empresario, que tenía cerrado el billete de vuelta de Kuwait a Barcelona el 2 de agosto y que horas antes de tomar su avión le pidieron que bajara al hall del hotel porque había sido tomado por los soldados iraquíes, afirma que "sería maravilloso" si fuese cierto que Alfonso Escámez, el presidente del Banco Central, mandará un avión a Jordania para recogerlos. "Ganaríamos una horas preciosísimas", señala.

Gustavo Villapalos, miembro de la delegación no gubernamental y rector de la Universidad Complutense de Madrid, es también miembro del Consejo de Administración del Banco Central y trató de lograr que su presidente les enviase su avión privado a recogerles a Ammán. La delegación y los rehenes viajan hoy en el vuelo regular de las líneas aéreas iraquíes a Arrimán y no tienen conexión directa con España hasta mañana, lo que les obligaría a pasar la noche en la capital jordana. Un portavoz del Banco Central dijo no saber nada al respecto e indicó que Escámez se halla en Puerto Rico.

Luis Guarrochena, el rehén de más edad, se siente especialmente preocupado por su mujer. "Está muy inquieta por mí. Yo tengo 69 años y ella algunos menos. Somos mayores y a estas alturas todo hace más mella. Cuando eres joven es más fácil sobrellevar estas cosas". Guarrochena reconoce que ha tenido momentos de depresión, aunque ahora se siente feliz.