Sadam Husein autoriza la salida de Irak de los 15 rehenes españoles
La pesadilla está a punto de terminar para los 15 españoles retenidos en Irak desde la invasión dé Kuwait, el 2 de agosto. La delegación no gubernamental española se entrevistó ayer con el presidente Sadam Husein, quien les confirmó que sus huéspedes, como son denominados los rehenes, podrían volver a casa el lunes con Cristina Almeida, Gustavo Villapalos, Ignacio Montejo y Eugenio Sánchez, que gestionaban su liberación desde hace 10 días. La noticia se producía horas después de que se rindieran en Beirut, ante el ataque combinado del Ejército regular y las tropas sirias, los efectivos del general cristiano libanés Michel Aún, que se refugió en la Embajada de Francia, país que le ha concedido asilo.
Los 15 rehenes, los miembros de la delegación y el personal diplomático y administrativo en Irak festejaban anoche, en la Embajada española en Bagdad, el final de su odisea. Hoy se ultimaránlos detalles para el regreso el lunes a Madrid, vía Ammán. El Ministerio de Exteriores español confirmó anoche el anuncio de la liberación de los rehenes y los familiares de éstos se manifestaron entusiasmados por la noticia, aunque algo escépticos sobre el inminente regreso anunciado.
La abogada y diputada comunista Cristina Almeida aseguró con lágrimas en los ojos: "Nuestra misión no ha terminado. Ahora nos hemos convertido en defensores de los 18 millones de iraquíes pendientes de una agresión y soportando un embargo".
"Cuando lo supe se me saltaron las lágrimas", declaró a EL PAIS José María Alesina, un electricista de 29 años al que la crisis sorprendió el 2 de agosto en Kuwait.Alesina, junto con Vicente Varela, Agustín Iglesias, José Díaz López y Luis García Espinosa, fueron los primeros en conocer la noticia.
La buena nueva llegaba a los españoles retenidos en Bagdad mientras en Líbano se producía un cambio histórico, la derrota y rendición del general cristiano Michel Aún, incapaz de hacer frente a los aviones y la artillería sirios, en acción combinada con el Ejército regular libanés, controlado por el presidente Elías Haraui. Aún logró refugiarse en la Embajada de Francia, país que le concedió asilo. La rendición de Aún allana el camino para que el presidente libanés extienda su política prosiria a casi todo el país.Páginas 2 a 5
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