Los líderes de Kuwait prometen democracia si recuperan el poder

JULIÁN MARTINEZ ENVIADO ESPECIAL Los líderes kuwaitíes en el exilio prometieron ayer que implantarán un Parlamento democrático en el emirato si recuperan el poder, pero pidieron que las diferencias internas se silencien hasta entonces. Un millar de notables comenzaron ayer en Yedda (Arabla Saudí) una conferencia popular para analizar la situación derivada de la invasión iraquí el pasado 2 de agosto, reforzar la cohesión de un frente común para la liberación de su país y mostrar al mundo el drama de que siguen siendo víctimas los 600.000 habitantes con ciudadanía del pequeño emirato petrolero borrado del mapa por los tanques de Sadam Husein.

La mitad de los kuwaitíes sigue en el emirato. El resto está diseminado por el mundo árabe, especialmente en Arabia Saudí, que acoge a unos 250.000.

La primera reunión de dirigentes kuwaitíes en el exilio fue una emotiva demostración de unidad nacional en torno a la presencia del emir, Jaber al Ahmat al Sabaj, y al príncipe heredero y primer ministro, jeque Saad al Abdulá ab Sabaj, arropados por su Gobierno en el exilío, diputados, altos funcionarios y representantes de'todos los sectores sociales del emirato.

La reunión de Yedda, apoyada por los países aliados del mundo árabe y de Occidente como ocasión y plataforma para que los kuwaitíes expresen ante el mundo el horror de su tragedia, es probable que sirva de debate sobre los cambios políticos que deberían producirse en Kuwait una vez que se retiren o sean retiradas las tropas invasoras iraquíes. Las eventuales divergencias políticas entre los kuwaltíes, en torno fundamentalmente al monopolio de poder ejercido por la familia Al Sabaj, que gobierna el país desde 1961, fecha de la independencia del Reino Unido, no es fácil que trasciendan públicamente.

Posponer las discrepancias

Adelantándose a posibles discrepancias internas entre la suave oposición kuwaití, el presidente del Parlamento, Abdulaziz al Massald, pidió a sus compatriotas que renuncien a discusiones y malentendidos públicamente y pospongan sus discrepancias hasta que se hayan cumplido los objetivos de la conferencia: la liberación de Kuwait y la vuelta al legítimo liderazgo.

Se cree que tales palabras son una referencia a las crecientes peticiones en favor de una mayor democracia en el país y a la necesidad de una reducción del poder omnímodo de la familia gobernante, Al Sabaj, a la que medios opositores han reprochado cierta responsabilidad en la trágica situación que vive el país. "Kuwait es una familia y no puede haber diferencias sobre los intereses del país", dijo Masaid en declaraciones a la Nueva Agencia de Kuwait (UKA).

Ayer, la presencia, por primera vez en un acto multitudinario de los kuwaitíes en el exilio fue un forma de reafirmación de la unidad nacional.