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Los comerciantes de Aranjuez cerraron para ir al entierro del colega asesinado

Los comerciantes de Aranjuez cerraron sus puertas al mediodía de ayer para asistir al entierro de Gabriel Mejías Navarro, comerciante de la localidad y padre de la concejal del Partido Popular Belén Mejías, asesinado en su tienda por un heroinómano. Este, identificado como Hermenegildo Abecía Oliva, tenía un amplio historial delictivo y había sido detenido en Getafe cinco días antes del homicidio por robar en un bar.

Durante la mañana de ayer, los empresarios, que se mostraban indignados por el suceso, mantuvieron una reunión en la Cámara de Comercio para fijar posturas comunes que presentar con posterioridad al alcalde de la localidad, el socialista Eduardo García.Los representantes de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa (APYME) desean que la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, asista a la junta de seguridad local prevista para el próximo miércoles. Los empresarios de Aranjuez han convocado para ese mismo día una manifestación popular, cuyo recorrido comenzará a las 18.30 en el lugar del crimen, la calle del Almíbar, y terminará ante el Ayuntamiento, donde entregará un escrito al alcalde.

Alberto Ruiz Gallardón, senador y portavoz del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, y Luis Eduardo Cortés, presidente regional de dicha agrupación política, encabezaron ayer la representación del PP que acudió al entierro de Gabriel Mejías.

Índices de inseguridad

El presidente regional de los populares insistió en que los ciudadanos de Madrid soportan unos índices de inseguridad lamentables, y reiteró que algo falla en el sistema judicial y policial cuando un individuo está en la calle a pesar de contar con un amplio historial delictivo y de haber sido detenido pocos días antes.Abecia, casado y vendedor ambulante de profesión, fue detenido hace sólo unos días acusado de ser el presunto autor de un robo con fuerza en un bar de la carretera de Toledo, cerca de Getafe. Se ha reconocido autor del homicidio del comerciante de Aranjuez y ha declarado en los interrogatorios que poco antes de este hecho había comprado dos papelinas de heroína, además de haber ingerido unas pastillas de Rohipnol.

Cientos de personas acudieron ayer a la iglesia de San Antonio sobre la una de la tarde para testimoniar su pésame a la familia y expresar su indignación por el asesinato de Gabriel Mejías.

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