La policía israelí impide la protesta palestina
La policía de Jerusalén impidió ayer la entrada a la Explanada de las Mezquitas a un centenar de personalidades palestinas que se manifestaban en protesta por la matanza del pasado lunes. Una marcha de mujeres también fue disuelta antes de que llegara a las puertas del recinto. Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Religiosos israelí convocaba a los judíos a reunirse en el Muro de las Lamentaciones anoche para celebrar el Simjat Torah, el fin de la resta religiosa del Sukot.
Destacadas figuras palestinas, tanto cristianas como musulmanas, se congregaron hacia las diez de la mañana de ayer en las puertas de la Iglesia del Santo Sepulcro. Como expresión de condena por los trágicos sucesos del lunes, realizaron una sentada hasta la hora del sujur, la plegaria musulmana de mediodía. Salieron entonces hacia Harm el Charif, como se denomina en árabe a la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo. Fuentes palestinas denunciaron que se impidió el acceso de las personas que acudían a rezar, pero, según la versión oficial, difundida por Radio Israel, sólo los manifestantes fueron rechazados.Ni turistas ni reporteros pudieron acceder tampoco a la Explanada durante el día de ayer. En los alrededores, en toda la ciudad vieja de Jerusalén, la presencia de patrullas militares resultaba especialmente visible. Los efectivos de la Policía de Fronteras -una fuerza de choque del Ejército que recibe ese nombre de la que en principio fue su misión- paseaban en grupos de tres, fusil en bandolera y el dedo en el gatillo, prestos a resolver cualquier eventualidad. Ninguna fuente se hizo eco de heridos. Sin embargo, según las agencias de noticias, la policía detuvo al menos a dos palestinos.
Los controles eran muy estrictos. En la puerta de Damasco, otrora un bullicioso lugar de encuentro y mercadeo, un grupo de soldados pedía los carnés de identidad a los jóvenes de aspecto árabe que pretendían adentrarse en el laberinto de callejuelas. Casi ningún extranjero se aventura estos días en los lugares sagrados de las tres principales religiones monoteístas. Apenas una docena de visitantes acudió en toda la mañana al Santo Sepulcro, donde meses antes, incluso en plena Intifada, solían formarse larga
colas para ver de cerca el lugar donde se guardó el cuerpo de Jesucristo. Un grupo de peregrinos alemanes recorría el Vía Crucis en medio de rezos.
A unos pocos cientos de metros de allí estaban convocado anoche los judíos para celebrar la fiesta de Simjat Torah, que marca la conclusión de un ciclo de lectura de la Torah, el libro sagrado de los judíos, y el principio de otro. A través de un anuncio a toda página en un diario en hebreo, el Ministerio de Asuntos Religiosos les citaba en el Muro de las Lamentaciones, el único resto del bíblico templo de Salomón que, según su tradición, se levantaba en el lugar que ocupa la mezquita del Domo de la Roca. Siete fieles judíos resultaron heridos allí el pasado lunes por los impactos de piedras lanzadas desde la Explanada de las Mezquitas durante los incidentes.
Los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania continuaban declarados ayer "zona militar cerrada", y algunos periodistas que intentaron llegar a Hebrón fueron obligados a dar la vuelta en un control. Aun así, se ha tenido noticias de incidentes entre la población y el Ejército, al desafiar aquélla en algunos lugares el toque de queda. En el campamento de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania, los militares anunciaron el levantamiento del toque de queda a las 6.15, para volver a implantarlo dos horas más tarde ante el apedreamiento de que fueron objeto las patrullas que comunicaban la medida por altavoces.
Parte de bajas
Desde Gaza, la UNRWA, organismo de la ONU para los refugiados palestinos, ha dado cuenta en su parte diario de bajas de 161 heridos el lunes, 35 el martes y 61 el miércoles. Fuentes palestinas cifraron en unos 35 los heridos de ese último día en Cisjordania. En principio, hoy debía de concluir la huelga general de tres días convocada en señal de duelo por la matanza, pero en medios cercanos al liderazgo palestino se reconoció a esta enviada especial que en muchos lugares va a prolongarse lo que resta de semana ante la indignación de la gente por los sucesos.
Las poblaciones árabes de Israel volvieron ayer a una relativa calma, después de tres días de violentas protestas en solidaridad con los habitantes de los territorios. Un grupo de notables de estas localidades acudió el pasado miércoles al primer rezo tras la reapertura de la Explanada. Hoy, palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este tienen previsto acudir a Tandra, dentro de la línea verde, para expresar sus condolencias a la familia de Adnan Jalaf Mauasi, el único israelí muerto en los incidentes del lunes.
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