Renfe pierde el concurso de privatización de los Ferrocarriles Argentinos

El Gobierno argentino ha adjudicado el corredor ferroviario entre las ciudades de Rosario y Bahía Blanca, perteneciente a la empresa Ferrocarriles Argentinos y al que aspiraba la Renfe, al consorcio de empresas integrado por la argentina Techint -representante de capitales italianos-, la Iowa Interstate Railroad, Gesiemens, EACA, la Sociedad Comercial del Plata, el Chase Manhattan Bank y Riobank International.El resultado del concurso, que ya se conocía desde el pasado fin de semana, coincidió en la prensa argentina con un anuncio publicitario publicado por la Renfe con el título: Apuesta por la Argentina.

En el texto del anuncio, la Renfe explica que su interés por los ferrocarriles argentinos "forma parte de la apuesta del Gobierno español por el desarrollo industrial de este país". A modo de anticipo de lo que hubiera podido ofrecer en caso de obtener el corredor, la Renfe aseguraba que "puede presumir hoy de ofrecer a sus clientes tecnología de vanguardia y avances que repercuten en la calidad de sus servicios". Con un indudable exceso de confianza en el resultado final del concurso que, evidentemente, el Gabinete de Información y Relaciones Externas que firma el anuncio aún ignoraba hasta entonces, el mensaje publicitario augura que "la ingente apuesta del Gobierno español (cifrada en 30.000 millones de dólares) y su decidido respaldo al transporte ferroviario garantizan el éxito de cualquier iniciativa empresarial de la Renfe".

El grupo que ganó el concurso se comprometió a invertir 194 millones de dólares más que la Renfe y, además, su oferta le superó en la mayoría de los requisitos que exigían los pliegos. La red de 5.287 kilómetros de vías de ferrocarril cubre los campos productores de las cuatro provincias cerealeras más ricas del país (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y la Pampa) y desemboca en el principal puerto de aguas profundas, desde donde se exportarán más de cinco millones de toneladas de granos en la próxima temporada.

Iberia y Telefónica

Por su parte, Iberia inició su campaña publicitaria con un gran anuncio de cuatro páginas publicado en el diario La Nación. Tras anunciar "su próximo destino", la nueva empresa, llamada Aerolíneas Argentinas, SA, asegura "un destino de excelencia".

Con esta campaña Iberia participa en la batalla política que la Comisión Bicameral del Parlamento, encargada de controlar la venta de las empresas del Estado, y los seis sindicatos que representan al personal de Aerolíneas Argentinas, libran contra el poder ejecutivo para impedir el traspaso de la empresa.

Al mismo tiempo, el Gobierno argentino continúa la discusión con los grupos encabezados por Telefónica y la italiana Stet sobre la fecha de entrega de Entel. Ambos consorcios quieren un aumento del 49% sobre la tarifa actual, que acaba de subir otro 23% y desean hacerse cargo "cuanto antes" de las zonas norte y sur en que se dividió la Entel. El Gobierno argentino prefiere en cambio tomarse un poco más tiempo para poder corregir y salvar, antes de la firma, los errores que cometió en la redacción de los contratos.