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Belicistas por tradición

Las regiones croatas con población serbia están saturadas de armas. Por tradición, tanto serbios como croatas poseen pistolas y armas de caza, pero también armas automáticas. "En el siglo XVIII, las autoridades austro-húngaras no permitían a los serbios que huían de los turcos, establecerse en el interior del imperio. Los radicaban en la frontera, los armaban y mantenían a sueldo para la defensa", recuerda Smerdel."Tenían las armas en casa. La tradición sigue viva hasta el punto de que, como me contó un oficial de policía, en 1977 sus fuerzas encontraron en un cobertizo de una granja una tanqueta italiana que el propietario mantenía perfectamente engrasada y con munición. Según declaró, de cuando en cuando paseaba con ella por la noche para tenerla a punto".

Como asalariados por tradición, bajo el reino yugoslavo de entreguerras y el régimen comunista, eran los perfectos funcionarios y policías. Siendo el 12% de la población de Croacia, aportaban el 48% de la militancia del partido comunista en la república y el 60% de la policía. Como tales, son los más damnificados por la caída del sistema en Croacia. También son los que disponen de los depósitos de armamento del aparato comunista en empresas, municipios y organizaciones paramilitares, que la policía croata quería requisar la pasada semana.

Agitados por Serbia con una propaganda que ha perdido ya toda proporción y racionalidad y acusa al Gobierno croata de fascista, de "aterrorizar y preparar un genocidio" contra la minoría serbia, "Ios insurrectos en la región de Knin están aterrorizando a cuatro millones de croatas", según advierte Bekic. El Gobierno, sin embargo, no se atreve a intervenir. "Necesitamos toda nuestra paciencia para evitar un baño de sangre".

El fantasma de Pavelic

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Las manifestaciones y el bloqueo de Knin comenzaron cuando la policía especial croata intentó requisar la ingente cantidad de armas de todo tipo que se encuentra en manos civiles. Los serbios vieron en esta acción una repetición de la requisa de armas por el Gobierno parafascista de Ante Pavelic en 1941, que precedió al asesinato masivo de serbios. En Serbia y Montenegro la prensa dominada por Milosevic siembra informaciones sobre detenciones masivas de ciudadanos no croatas y agresiones a serbios por fuerzas fascistas apoyadas por la policía.

Mítines en los que se llama a la "defensa de los hermanos serbios contra las atrocidades de los fascistas croatas" se celebran en ciudades de Montenegro y Serbia. En Croacia proliferan las concentraciones de croatas contra el bloqueo de Knin. Cada vez son más las voces que acusan al poder de indecisión por no restaurar el orden. En Zagreb se cree que la "estrategia incendiaria" busca víctimas serbias para poder "agitar los primeros muertos" a manos de ustachas, la guardia parafáscista del Estado títere croata de 1941.

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