Un millar de mujeres saudíes se alistan en misiones sanitarias

La autorización y la llamada personal del rey Fahd para que las mujeres saudíes que lo deseen se alisten en hospitales y otros servicios humanitarios en caso de guerra, persuadió a un millar de éstas a ofrecerse en distintas provincias del reino durante este último mes. La cifra parece satisfacer a las autoridades, habida cuenta de que la mujer saudí vive segregada del mundo de los hombres y sólo una reducida minoría trabaja fuera del hogar, y siempre entre mujeres. El destino de las voluntarias nunca será atender a los hombres cuando éstos puedan recibir cuidados facilitados por otros hombres.Algunas de las mujeres ya alistadas iniciaron cursos de adiestramiento impartidos por mujeres y en centros femeninos.

El trabajo de estas voluntarías en los hospitales se centrará en los departamentos ginecológicos e infantiles, dirigidos por doctoras y asistidos exclusivamente por enfermeras.

La mujer saudí que cursa estudios de medicina elige las especialidades cuyos pacientes son mujeres o niños. Ninguna de ellas puede abandonar el hospital sin la compañía de un pariente varón y próximo, que es quien conduce el automóvil. Como al resto de la población femenina, también a las doctoras y a las enfermeras se les impide conducir el coche y, por supuesto, montar en bicicleta.