La libertad de los rehenes está decidida, dice Villapalos

Gustavo Villapalos, rector de la Universidad Complutense y miembro de la delegación no gubernamental española que se encuentra en la capital iraquí, afirmó ayer desde Bagdad, en conversación telefónica con este diario, que "la decisión sobre la liberación de varios de los rehenes españoles en Irak está tomada". Villapalos se mostró confiado en que, en las próximas 24-o 48 horas, el presidente Sadam Husein anunciaría la decisión ante las cámaras de televisión, aunque puntualizó: "No estoy muy seguro de que los 15 rehenes sean liberados. Hasta ahora, Irak no ha puesto en libertad a todos los rehenes de un solo país".

El optimismo del rector de la Complutense contrastaba con el ánimo mucho más moderado de algunos de los rehenes y funcionarlos de la embajada española en Bagdad, que se limitaron a señalar que seguían esperando "como ya hace tiempo que esperamos, por lo que ya estamos acostumbrados". Villapalos explicó que la delegación española había entregado un documento a las autoridades de Bagdad en el que se detallaba la situación de cada uno de los 15 rehenes. "Los iraquíes les han pedido los pasaportes, suponemos que para la tramitación de los visados de salida del país", añadió.Durante el día de ayer los cuatro miembros de la delegación se entrevistaron con el ministro iraquí de Asuntos Sociales y con el presidente de la Asociación de Amistad, Paz y Solidaridad con Irak, Maareb Ajmed Kamal. Posteriormente, se reunieron con el embajador en Bagdad, Juan López Chícheri, y los 15 rehenes, a los que el régimen iraquí llama invitados. En esta reunión, celebrada en la residencia del embajador, los componentes de la delegación manifestaron tener una buena impresión de los contactos con los responsables iraquíes, pero en ningún caso "pudieron asegurar ni comprometerse a nada", dijeron algunos de los rehenes.

Cena con el yerno de Husein

Villapalos esperaba cenar anoche con el yerno de Sadam Husein, nombrado recientemente gobernador de Kuwait, anexionado a Irak como la 19 provincia del país. "Creo que hasta ahora nos hemos entrevistado con las máximas autoridades de este país. Sólo nos falta el presidente Husein", dijo Villapalos, que el sábado fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores y número tres del régimen iraquí, Tarek Aziz. Por su parte, la diputada de Izquierda Unida Cristina Almeida, que también forma parte de la delegación, declaró: "Ya está todo hablado. Estamos esperando que nos comuniquen el resultado de nuestras gestiones".

Los miembros de la delegación no gubernamental española que se encuentra en Bagdad realizando gestiones para obtener la liberación de los 15 rehenes españoles la forman Cristina Almeida, Gustavo Villapalos, Ignacio Montejo, abogado del despacho de Almeida, y Eugenio Sánchez, miembro de la Asociación Pro Derechos Humanos de España.

Del grupo de españoles atrapados el 2 de agosto pasado cuando las tropas iraquíes invadieron Kuwait, Luis Guarrochena, de 69 años, es, el de más edad. Guarrochena suele caminar por las calles de Bagdad acompañado de Carlos Socías, el empresario catalán que fue trasladado desde Kuwait a un cuartel iraquí antes de llegar a la capital. "Creo que no fue muy inteligente el comandante del avión de Bristish Airways que aterrizó en Kuwait, procedente de Londres, a las 4.20 de la madrugada del 2 de agosto, cuando ya había comenzado la invasión iraquí", afirmó Guarrochena en la residencia del embajador español, donde vive con otros seis rehenes desde que llegó a Bagdad.

"Nos dijeron que podíamos bajar del avión 20 minutos para estirar las piernas, pero ya llevamos aquí más de dos meses y no se sabe cuándo acabará esto", añadió con un tono de humor el marino bilbaíno, que tras pasar varios días en el hotel Kuwait Regency Palace, contactó con Juan José Buitrago, encargado de negocios en el emirato. Poco después fue evacuado a Bagdad.

La vida de los ciudadanos atrapados en Irak transcurre con normalidad, sin que por el momento se les haya impedido la libre circulación por la capital. A la inquietud sobre un futuro incierto, que se acrecentó ayer tras las noticias de la matanza de una veintena de palestinos en Jerusalén, se añade la monotonía de día. Distinta, por desconocida, es la situación de los rehenes occidentales que han sido dispersados en instalaciones militares y estratégicas para, formar una especie de coraza humana ante un eventual ataque occidental.

La mayoría de los rehenes matan el tiempo jugando al ajedrez, nadando o jugando al tenis, aunque confiesan vivir en un mundo surreal, donde el lujo y la comodidad no puede compensar la falta de libertad. "Al menos no tengo porqué preocuparme de si mi visado ha caducado", ironizaba ayer un ciudadano francés.