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Miseria en la abundancia

Pilar Bonet

En Siberia occidental, las operaciones de trueque han consistido en el intercambio de una cierta cantidad de petróleo por bienes de consumo como carne, azúcar, ropa interior japonesa o embutido danés. La precaria situación' social de los obreros del sector se refleja, por ejemplo, en las amplias superficies de barracas y chabolas miserables que todavía existen en la provincia de Tiumen.

Las empresas petroleras soviéticas quieren que los precios de venta al Gobierno suban hasta 120 rublos por tonelada, pero el Gobierno ofrece sólo 60 rublos por tonelada, según un especialista en el tema, temeroso de que el aumento de los precios de compra repercuta en un aumento de los precios de productos manufacturados y de transportes.

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El crudo soviético hiberna

El diario Trud, órgano de los sindicatos soviéticos, informaba ayer de que una delegación de técnicos de grado medio de la empresa de petróleo y gas de la localidad de Nizhnevartovsk (el mayor centro petrolero de la provincia de Tiumen, en Siberia occidental) se había dirigido a los máximos líderes soviéticos con una lista de reivindicaciones. Los técnicos, qué pertenecen a un colectivo de 80.000 personas, amenazan con la huelga para el 20 de octubre si no se atienden las peticiones, que incluyen aumentos de sueldo, renovación de equipos y un reparto más equitativo de los beneficios entre el Ministerio M Petróleo y las empresas.

El petróleo es la principal fuente de divisas de la URSS. En 1989, Moscú vendió algo más de 127 millones de toneladas de petróleo y más de 57 millones de toneladas de productos petrolíferos.

Pese a sus grandes recursos energéticos, durante los últimos meses se han dado en el país situaciones de escasez de petróleo y gasolina que han afectado incluso al transporte en las regiones productoras. Yevgueni Petriav, viceministro de Energía y Electrificación de la URSS, manifestaba al diario gubernamental Izvestia que la URSS puede atravesar un invierno dificil debido a la crisis energética.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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