El Congreso rechaza el presupuesto de Bush para reducir el déficit en 500.000 millones de dólares
La Cámara de Representantes de Estados Unidos derribó ayer el presupuesto económico pactado el pasado domingo entre el presidente Bush y los líderes republicanos y demócratas de la Cámara. El plan establecía un sistema para reducir el déficit federal en 500.000 millones de dólares durante los próximos cinco años, y, según el presidente, era el único camino "para evitar la recesión económica". En la madrugada de hoy (hora española), la Cámara legislativa norteamericana aprobó una ley provisional que permitirá a la Administración seguir funcionando hasta el próximo viernes.
La Casa Blanca reveló ayer que el presidente estaba "decepcionado" por la votación de los congresistas, a lo que los analistas económicos han calificado como Ia rebelión de la Cámara" y algunos medios de comunicación como "un desafío". Marlin Fitzwater, portavoz de la Casa Blanca, anunció ayer que el presidente había enviado al Capitolio a su jefe de gabinete, John Sununu, y al secretario del Tesoro, Nicholas Brady, para que intentaran convencer a los congresistas de que reconsideraran su opinión o trataran, cuando menos, de suavizar esta crisis.Las dos Cámaras del Congreso debían votar antes de la media noche de ayer medidas económicas de urgencia encarninadas a garantizar el funcionamiento provisional de la Adminitración hasta que se apruebe un nuevo presupuesto. El presidente anunció que vetará cualquier medida que vayan a adoptar los congresistas, lo que significaría la activación inmediata de la enmienda Gramm-Rudrnan-Hollings, introducida en 1985 para contener el déficit federal. Eso significaría la paralización de la mayoría de los programas federales y el despido total o parcial de cerca de un millón de funcionarios gubernamentales, desde controladores aéreos hasta agentes del FBL La enmienda prevé unos recortes automáticos superiores a los 100.000 millones de dólares para combatir el déficit federal de 1991.
Posibles huelgas
La puesta en práctica de la enmienda significaría un inmediato período de huelgas e interrupciones en servicios tan básicos como las aerolíneas o el .reparto del correo y refleja el estado de animo del equipo Bush. La bolsa de Nueva York reaccionó ayer de forma inmediata al freno legislativo del plan económico de Bush, llegando a bajar a media sesión hasta 60 puntos.
La estrategia presupuestaria de Bush se basaba en una serie de medidas impopulares como el aumento de los impuestos de la cerveza, el vino, los licores, el tabaco y la gasolina, además de establecer recortes en los programas de sanidad y tercera edad. Bush había declarado el lunes que las medidas eran "duras, pero justas" y había advertido que si no se aprobaba el presupuesto el déficit del próximo año fiscal alcanzaría la cifra de los 300.000 millones de dólares.
La votación del acuerdo en el Congreso llevó a cabo a primera hora de ayer y representó el mayor castigo político recibido por Bush durante su presidencia. El voto coincide con la crisis del golfo Pérsico y con la amenza de una recesión económica. Se registraron 433 votos, de los 435 posibles. 254 diputados votaron en contra del plan y 179 a favor.
La derrota del presupuesto, en la que han participado liberales y conservadores, demócratas y republicanos, coincide también con el período de campaña para las elecciones legislativas del próximo 6 de noviembre. Esta circunstancia fue clave para que los congresistas decidieran votar "no". La decisión de la Cámara refleja con claridad que algunos republicanos no quieren subir los impuestos y que lainayor parte de los demócratas siguen pidiendo recortes militares y más impuestos para los ricos.
Uno de los miembros del equipo de Bush, concretamente el director de la oficina que ha elaborado el presupuesto, Richard Darman, declaró ayer que los congresistas que derribaron el plan era un grupo de "prepotentes y delincuentes juveniles". Darman declaró que los legisladores que votaron contra el plan lo hicieron a favor "del caos".
El presidente trató infructuosamente de conseguir un voto favorable de la Cámara durante los últimos cuatro meses, intesificando sus esfuerzos los últimos quince días. Ni sus consejos y ruegos, ni tampoco sus frases dirigidas al pueblo americano -"debemos luchar por el futuro de nuestro hijos"- le sirvieron para nada. Tampoco le sirvieron sus amenazas de que si el presupuesto no era aprobado la economía se desvanecerá, los mercados temblarán y llegará la recesión".
La votación significa un duro golpe para la imagen política del presidente, que continúa siendo el presidente con más apoyo popular de la historia de este país.
El debate de la Cámara de Representantes fue muy movido y apasionado. Los demócratas criticaron el compromiso alcanzado por sus líderes y no aceptaron el juego de efectuar algunos retoques al plan y votar a favor del presupuesto. Los republicanos actuaron del mismo modo.
Nivel de paro
El rechazo al plan viene además en un momento en que la economía de los norteamericanos está dañada. Ayer trascendió que el índice de desempleo del pasado mes de septiembre aumentó en 0,1 en relación al mes anterior,. situándose en 5,7 puntos, el mayor de los dos últimos años y medio, según el Departamento de Trabajo.
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