Borrell antepone el consenso parlamentario sobre el nuevo IRPF al cumplimiento de las fechas previstas

El secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, aseguró ayer que alcanzar un amplio consenso parlamentario sobre la nueva ley de renta es mucho más importante que cumplir el calendario, que preveía la entrada en vigor del nuevo IRPF para el próximo 1 de enero de 1991. Borrell hizo estas declaraciones tras una comparecencia en la Comisión de Presupuestos en la que afirmó que el déficit será este año superior al previsto, porque, por primera vez desde 1985, los ingresos públicos quedarán por debajo de lo presupuestado. Los gastos, mientras, seguirán ligeramente por encima del presupuesto.

El debate parlamantario sobre el nuevo IRPF comenzará el 31 de este mes. Con esta fecha, según Borrell, "ya es dificil aunque no imposible aprobar la ley antes de fin de año". La junta de portavoces del Congreso, con los votos en contra del Partido Popular, ha pospuesto hasta el último día de este mes el debate a la totalidad del nuevo IRPF. El trámite parlamentario posterior por el que el proyecto de ley ha de pasar -debate en comisión en el Congreso, aprobación en el pleno, posterior debate en pleno y comisiones en el Senado y vuelta al Congreso convierte en muy improbable la aprobación definitiva de la ley antes de fin de año y su entrada en vigor el 1 de enero de 1991.El secretario de Estado de Hacienda aseguró ayer que "quizá sea mejor para todos que una norma de estas características se estudie con todo detalle y se debata con toda la calma que el Par lamento estime necesario". En concreto, Borrell defendió la conveniencia de que el nuevo IRPF "entre en vigor tras el desarrollo parlamentario de la ley", en el caso de que no pueda cumplirse el calendario previsto.

El proyecto de ley de renta tenía prevista una aplicación gradual de aquí a 1993 para dejar tiempo hasta la puesta en marcha de todo el desarrollo reglamentario del nuevo IRPF. Entre estos reglamentos destaca la regulación del nuevo sistema de estimación objetiva para pequeños empresarios y profesionales, junto con la definición de los instrumentos para incentivar el ahorro que prevé el proyecto de ley.

A juicio de este responsable de Hacienda, también sería conveniente que la entrada en vigor de la ley no sea inmediata "para que el Tribunal Constitucional tenga tiempo de pronunciarse en el caso de que llegara a presentarse algún recurso de inconstitucionalidad".

El Grupo Popular en el Congreso ha criticado el retraso en la discusión de la ley y el posible aplazamiento de la entrada en vigor del nuevo IRPF. A juicio del PP, "el Gobierno quiere retrasar la entrada en vigor de la nueva ley de renta porque sabe que el proyecto es radicalmente malo". El portavoz de este grupo no quiso adelantar si el PP presentará o no un recurso de inconstitucionalidad a la nueva ley, pero sí aseguró que en el caso de que la actual se prorrogue otro año también se prorrogaría el recurso ya presentado.

Este eventual retraso no afectará a los ingresos presupuestados para 1991 porque, según señaló Borrell, el efecto en la recaudación se nota un año después. El secretario de Estado de Hacienda comunicó a la Comisisón de Presupuestos del Congreso que el déficit superará este año la cuantía prevista porque los ingresos del Estado quedarán dos puntos por debajo de lo presupuestado, mientras que los gastos superarán la cifra prevista en un 1%.