Los serbios de Croacia proclaman su autonomía
Belgrado El Consejo Nacional Serbio, Gobierno paralelo en la región croata de Knin, proclamó ayer la autonomía de los serbios en Croacia "en los territorios étnicos e históricos donde residen, dentro de los confines actuales de la república croata". Sin precisar la naturaleza de la autonomía, el Consejo estipuló que "el pueblo serbio debe defenderse por todos los medios a su alcance del terror del Gobierno ustashi y proteger su dignidad humana, sus derechos civiles y nacionales".
De hecho, la población serbia en diferentes partes de Croacia pasó el fin de semana defendiendo sus comisarías y almacenes con las armas, hasta que los policías especiales croatas se las requisaron. Las tensiones étnicas crecieron peligrosamente en Petrinja y otras localidades de la región de Banija, donde el Ministerio de Interior croata envió a las tropas especiales para recoger las armas. Temerosos de quedar desarmados frente a los croatas, los serbios irrumpieron en los almacenes, distribuyendo rifles y pistolas.En Petrinja, según informa la radio de Belgrado, los policías detuvieron a más de 200 serbios, organizadores de una manifestación el viernes pasado, que culminó con la represión policial con ayuda de gases lacrimógenos. En medio de la psicosis de guerra -temores reales ficticios o instrumentalizados-, las mujeres y los niños serbios se refugiaron en el cuartel militar de Petrinja.
Desde la victoria del partido nacionalista -Comunidad Democrática Croata (CDC)en las elecciones celebradas el 6 de mayo pasado, las relaciones étnicas entre los serbios y los croatas, las naciones mayoritarias de Yugoslavia, empeoraron notablemente.
El discurso nacionalista de la CDC evocó inmediatamente los recuerdos de la Il Guerra Mundial, cuando los ustashi croatas mataron sistemáticamente a la población serbia. Los 45 años de paz no han borrado la memoria histórica. Con o sin motivos concretos, pero eso sí atemorizados, los serbios, dirigidos por el Partido Democrático Serbio, se han resistido a aceptar el Gobierno de la CDC en el territorio croata, exigiendo su autonomía y el respeto de sus derechos étnicos colectivos.
Los nacional-comunistas, encabezados por el presidente serbio, Slobodan Milosevic, han instrumentalizado los temores de la población serbia en Croacia, alimentando su memoria histórica. Milosevic acumula sus puntos políticos para afrontar las elecciones serbias, convocadas para el 9 de diciembre, donde él aparecerá como el salvador de todos los serbios.
Frente a la inminente redefinición de las relaciones entre las seis repúblicas yugoslavas, Serbia intenta mejorar su posición en la futura mesa de negociaciones: el Gobierno serbio exige la redefinición de las fronteras internas yugoslavas en caso de que el país balcánico se reconstruya como una confederación. Los órganos políticos de la federación yugoslava parecen impotentes frente al alud de nacionalismos peligrosos e intolerantes.
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