Tadeusz Mazowiecki,
primer ministro de Polonia, se vio ayer gratamente sorprendido durante la primera ronda de conversaciones que mantuvo en el palacio de la Moncloa con el presidente Felipe González. Su charla fue interrumpida por un recado llegado de Varsovia: Mazowiecki acababa de ser abuelo. El presidente español le dio la enhorabuena, le abrazó y le invitó a celebrar el nacimiento brindando con cava.
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