Sorpresa en Exteriores porque Sadam se adelanta a España
El anuncio por Irak de la expulsión del agregado militar español en Bagdad y de su adjunto sorprendió ayer al Ministerio de Asuntos Exteriores porque se produce antes de que España haya puesto en practica la decisión tomada el lunes por los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea (CE) de obligar a los agregados militares iraquíes a abandonar las capitales comunitarias donde están acreditados.A pesar de que en Madrid no reside ningún agregado militar iraquí, el Gobierno español comunicará a su vez, probablemente el lunes, una orden de expulsión a dos diplomáticos de Irak. Tal medida se tomará, precisaron fuentes diplomáticas, en aplicación del acuerdo entre los Doce y no en represalia por la decisión iraquí de ayer.
El embajador español en Bagdad, Juan López Chicheri, fue convocado ayer al Ministerio de Exteriores iraquí, donde se le anunció que el teniente coronel Arturo Vinuesa y su adjunto, Francisco Pariente, disponían de una semana para salir de Irak. El director iraquí que . recibió a Chicheri explicó que la actitud de su Gobierno se debía a que España no había puesto reparos al acuerdo de Bruselas. Esta expulsión significa, desde un punto de vista material, que la Embajada de España pierde dos cartillas de racionamiento con las que puede adquirir alimentos.
Consulta con el Cesid
Desde el pasado miércoles, las autoridades españolas han tomado la decisión de expulsar a dos de los nueve diplomáticos Iraquíes residentes en Madrid, pero sus nombres no han sido dados a conocer. Ambos fueron designados tras la celebración de consultas entre el ministro Francisco Fernández Ordóñez; su subsecretario, Inocencio Arias, y el director del Cesid, el contraespionaje, Emilio Alonso Manglano.
Parece probable que la primera víctima será el agregado de seguridad de la Embajada de Irak, Shihab Adbullah Kadum, y otro de los candidatos a la expulsión sería algún diplomático del que también se sospeche que se dedica a labores de inteligencia. En cumplimiento del acuerdo de Bruselas, los funcionarios iraquies no pueden alejarse a más de 60 kilómetros de Madrid.
La colonia española en Kuwait se redujo ayer en una persona más (María Dolores Gómez Morones), y sólo quedan en el emirato el encargado de negocios, Juan José Buitrago; dos hombres que conviven con él en la residencia del embajador, y una española casada con un iraquí que no quiere irse. Buitrago será, probablemente, autorizado mañana a salir hacia Bagdad junto con sus huéspedes.
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