El congreso sobre flamenco pone de manifiesto la vitalidad de este arte

El 18 Congreso Nacional de Actividades Flamencas, que s e clausuró ayer en Badajoz, ha sido uno de los más movidos de los últimos años. Algunas ponencias dieron lugar a apasionados debates, aunque no todas tuvieran el rigor científico deseable. Pero ciertamente quedó constancia de la inquietud y la vitalidad crecientes en torno a un arte que hasta hace no mucho tiempo era el gran desconocido.Hubo homenajes a gente importante en el flamenco extremeño: al gran guitarrista Manolo de Badajoz, cuyo hijo Justo actuó en uno de los espectáculos paralelos al Congreso, y a Porrina de Badajoz, el más grande cantaor que esta tierra ha dado.

Entre tales espectáculos ha destacado el primer Festival de los Cantes Autóctonos, muy interesante porque de alguna manera propone una nueva fórmula de programación en este tipo de espectáculos. Cada provincia andaluza y las dos extremeñas estuvieron representadas por un cantaor nacido en ellas, quienes estaban obligados a su vez a interpretar los estilos más característicos de su lugar de origen. Se ofreció a la audiencia un repertorio amplio y variado, en el que figuraron cantes tan poco frecuentados como el mirabrás y los caracoles, los fandangos de Frasquito Yerbagüena, los tangos del Piyayo o el cante de trilla. Y los estilos propios propiamente extremeños, por supuesto, tangos y jaleos, en que triunfaron El Niño de la Ribera y El Madalena. Otro gran triunfador fue el linarense Joselete, con una taranta que puso en pie al auditorio.

José Sorroche por Almería, El Nono por Cádiz, El Séneca por Córdoba, Muñoz Barbero por Granada, Eduardo Hernández Garrocho por Huelva, Pepe Vergara por Málaga y Emilio Cabello por Sevilla representaron así, mismo muy dignamente a sus provincias, completando una nómina de cantaores de excelente calidad, a quienes los notables guitarristas José Luis Postigo y Manuel de Palma pusieron la música idónea.

El congreso acordó nombrar congresista de honor a Antonio Fernández Díaz Fósforito y se fijó Linares como sede de la celebración del próximo congreso.