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Ganaderos malagueños afirman que la muerte de una treintena de caballos se debe a un rebrote de peste

Una treintena de caballos han muerto en la última semana en el valle del río Guadalhorce (Málaga) a causa de un rebrote de peste equina, según han informado ganaderos de la zona. Se trata del cuarto que se produce en Andalucía en los últimos cuatro años. La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, que no ha confirmado oficialmente la existencia de esta enfermedad, reconoce el fallecimiento de 18 o 20 ejemplares que en su opinión podían haberse producido a causa de una intoxicación por el mal estado de las aguas del río. Los animales muertos eran potros y yeguas de cría sin vacunar contra la peste.

Gerardo de la Casas, director general de Agricultura, Ganadería y Montes de la Junta, manifestó que en la localidad malagueña de Álora, donde se ha producido el mayor número de muertes, "el veterinario estaba dado de baja, por lo que algunos de los potros nacidos hace unos cinco meses no estaban ni vacunados". La peste equina no se transmite a animales que han sido previamente vacunados contra esta enfermedad.De las Casas, que intentó restar importancia a este rebrote, añadió: "Estamos a la espera de conocer el resultado de las necropsias de caballos muertos que se realizan en el Laboratorio de Sanidad Animal de Algete (Madrid); por tanto, todavía no podemos asegurar que no se trate de peste equina".

Por otro lado, veterinarios especializados en équidos y que han actuado en otros brotes de peste equina se mostraron ayer categóricos: "No hay duda de que se trata de nuevo de otra epidemia de peste equina. Los caballos presentan los mismos síntomas que en años anteriores. Es absurdo negar la realidad y dejar pasar el tiempo, cuando como siempre lo más importante es atajar cuanto antes el problema. Llevamos cuatro años combatiendo una enfermedad que, si se hubiera actuado como se debía, desde el primer momento, estaría ya erradicada".

En espera de los resultados analíticos, las autoridades sanitarias han decretado la inmovilización en la zona afectada y han comenzado una campaña de vacunaciones. El último caso de peste equina en Andalucía se registró en noviembre de 1989.

8.000 millones

Las muertes se producen en el momento en que la Junta de Andalucía estaba estudiando la declaración de extinción de la enfermedad que, desde octubre de 1988, se ha cobrado las vidas de más de un millar de équidos en Andalucía y ha producido unas pérdidas de unos 8.000 millones de pesetas, según los ganaderos.La Junta estaba a punto de declarar totalmente extinguida esta enfermedad, por lo que en los próximos días se iba a permitir el movimiento de caballos desde Andalucía hacia el resto de España.

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"En el hipotético caso de que fuera peste equina, declararíamos la inmovilización de los caballos que se encuentren en un área de 100 kilómetros de los afectados y una zona de seguridad de otros 25 kilómetros. En el resto de la comunidad, los équidos podrían moverse libremente", precisó De las Casas.

La mayoría de los casos, un total de 15, se han producido en Álora, según indicó el teniente de alcalde del citado municipio, Gabriel Carrión. Los équidos son en su mayoría potros de ocho meses y están sin vacunar. Cinco de los 15 animales eran propiedad del ganadero Cristóbal Arioles. En esta ciudad murió también otro caballo que había sido trasladado recientemente a un picadero desde Ardales.

El inspector veterinario de la comarca del Gualdalhorce, Carlos Ríos, restó trascendencia al elevado índice de casos registrados desde primeros de septiembre -"porque siempre se están muriendo caballos"- y, pese a no descartar ninguna hipótesis sobre la causa de esta mortandad, señaló que en el estudio epidemiológico que se realiza "llama mucho la atención que los animales fallecidos bebieran del mismo canal de agua", el cual Procede del río Guadalhorce. Por su parte, un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Sur, organismo que controla la cuenca fluvial malagueña, descartó ayer que este río, que recorre toda la comarca afectada, hubiera sufrido vertido industrial alguno en los últimos días.

Josefa González, propietaria de un potro que murió la semana pasada en la vega de Santa María, en el término municipal de Pizarra, aseguró que su caballo "estaba encerrado en una cuadra y no tenía acceso al río".

En este municipio también se registraron tres muertes más en la aldea de Zalea, extendiéndose la epidemia a la estación de la localidad malagueña de Cártama, en la que se registraron dos casos, según señaló el alcalde de este último municipio, Juan Gámez, de Izquierda Unida. En Churriana se produjeron otras dos muertes y una más en Coín, según informaron técnicos veterinarios. Gámez afirmó que existen muy pocas dudas respecto a la causa de las muertes: "Creo que se trata de peste equina".

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