Yemen cree que Mubarak ha traicionado a los árabes
Hosni Mubarak ha dejado de sonreír a los yemeníes desde las paredes de su capital, Sana. Los retratos del presidente egipcio, que hace tan sólo cuatro meses acompañaban al resto de los jefes de Estado del Consejo de Cooperación Arabe (Jordania, Irak y el propio Yemen), han sido arrancados. La medida responde al sentir popular, que, ganado por el discurso de Sadam Husein, ve en Egipto "un traidor a la causa de la unidad árabe".
La crisis del golfo Pérsico está sacando a la luz viejos desacuerdos. Las relaciones entre Sana y Riad nunca han sido excelentes, y la recién estrenada unidad de los dos Yemen ha provocado recelos entre los saudíes. Con todo, la dependencia económica de Arabía Saudí ata hasta cierto punto al Gobierno de Sana.Los funcionarios del Ministerio de Información insisten en repetir que su país condena la invasión iraquí de Kuwait, pero se opone a la presencia de fuerzas extranjeras en la región. "Irak cometió un grave error al entrar en Kuwait, pero por qué hay que contestar a ese error con otro mayor", se pregunta Abdelmalik Asindi, director de Relac iones Públicas. Asindi asegura que su presidente, el general Alí Abdala Salej, expresó su malestar al misdísimo primer ministro iraquí, Taja Yasim Ramadán. La reprimenda yemení se ha visto compensada por su respaldo a Irak. Yemen se ha abstenido de votar las resoluciones tanto del Consejo de Seguridad como de la cumbre árabe de El Cairo, en las que se condena la ocupación de Kuwait. Numerosas manifestaciones de apoyo a Irak han recorrido las calles de Sana y de Adén, la capital de la extinta República Democrática Popular de Yemen. Incluso se han ofrecido voluntarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.