Economía fija un tope salarial del 5,5% para 1991 y propone más flexibilidad en el mercado de trabajo

Los salarios pactados en convenio no deben crecer por encima "del 4% o el 5%", y este porcentaje no puede rebasar el 5,5% cuando se incluyan revisiones y deslizamientos, según el, documento del Ministerio de Economía y Hacienda que el Consejo de Ministros estudió durante las dos últimas sesiones. En este documento se contienen las propuestas para el anunciado plan de ajuste, como respuesta a la crisis del Golfo y a los desequilibrios actuales de la economía. El documento propone además la adopción de medidas flexibilizadoras del mercado de trabajo, fija el déficit público en el 0,5% del PIB y anuncia un recorte del gasto público ya para 1990, "evitando la asunción de compromisos para el próximo y futuros ejercicios".

En este documento, el Ministerio de Economía y Hacienda analiza las repercusiones de la subida a corto plazo de los precios del barril de petróleo -estima un precio de 25 dólares para este año y entre 20 y 25 dólares en 1991-, la situación de la economía española ante la hipótesis de una nueva crisis de oferta, y los dos escenarios posibles con y sin medidas de ajuste económico (ver cuadro).El escenario reduce la previsión de crecimiento económico para este año del 3,7% inicialmente previsto al 3,4%. Para el año que viene, la estimación de Economía es que, sin medidas estabilizadoras, la economía española crezca un 3,1 %, mientras que con el ajuste, la previsión apenas varía pues se sitúa en el 3%.

El crecimiento del empleo tampoco cambia de forma significativa pues se reduce en una décima este año (del 2,9% al 2,8%) en tasa de variacion anual, lo que supondrá la creación de 343.000 puestos de trabajo, tras la última estimación. Para 1991, el empleo crecerá sin medidas de ajuste un 1,9% -239.000 nuevos puestos de trabajo- mientras que si se adoptan las medidas, el empleo crecería un 2% -252.000 puestos de trabajo-

La previsión de inflación desvela, por el contrario, que su reducción es el principal objetivo del plan de ajuste anunciado por el Gobierno. Para este año, el índice de precios al consumo asciende al 6,8%, como consecuencia de la crisis, mientras que para 1991 la no adopción de medidas lo situaría en el 7,3% y, con ellas, descendería al 5,5%.

En cuanto al déficit por cuenta corriente, el otro desequilibrio de la economía española, la nueva previsión para este año lo. sitúa en el 3,6% del PIB -3,3% con anterioridad a la crisis- y en el 4,5% sin medidas de ajuste o en el 3,8% con las medidas.

El documento analizado por el Gobierno señala que "la máxima prioridad de la política económica debería ser el no quedar rezagada internacionalmente en el proceso de ajuste". Dentro de esta filosofía se trata de "encontrar las políticas económicas que minimizasen las, en todo caso, inevitables pérdidas de crecimiento y bienestar".

Política monetaria

En este contexto, bastaría con que "la política monetaria mantenga su actual grado de restricción" ya que "la esperada elevación de los tipos de interés en los países de nuestro entor no sería suficiente para reconducir a la peseta al centro de la banda de fluctuación" del Sistema Monetario Europeo.

Si no se produce esta elevación de los tipos en el exterior, "la orientación de la política monetaria, que exige el objetivo prioritario en el corto plazo de contener la inflación, conduciría al mantenimiento del actual tipo de cambio nominal, dejando que el sistema se ajuste en el frente externo via depreciación del tipo de cambio real".

Con estos márgenes para la política monetaria, "la respuesta en política económica debería concentrarse en el terreno presupuestario", según el documento. En él se propone una fuerte moderación en el ritmo de crecimiento nominal (sin descontar la inflación) del gasto público "congelando proyectos y estableciendo nuevos calendarios plurianuales de gasto público incluso en objetivos prioritarios", como infraestructuras y servicios sociales. De esta forma, el objetivo de déficit público se sitúa para el próximo año en el 0,5% del PIB.

Además, se prevé ya para este año la adopción de un paquete de medidas que modificará el presupuesto actualmente en vigor, "reduciendo el crecimiento del gasto público y evitando la asunción de compromisos para el próximo y futuros ejercicios".

En la política de rentas, Economía propone un pacto de progreso para contener salarios y beneficios. En el mercado de trabajo, se plantean "mecanismos para dotar a los sistemas de contratación y de cobertura del desempleo de la flexibilidad necesaria", para evitar los efectos nocivos sobre el empleo de "la rigidez" actual.

Pacto de progreso

Para esta política de ajuste se requiere, además, "que los salarios monetarios crezcan menos que durante el presente año", es decir, por debajo del 8%. En concreto, para 1991 Economía propone un tope salarial de entre en 4% y el 5% en los convenios, "de forma que con revisiones y deslizamientos no superen el 5,5% de aumento".