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LA CRISIS DEL GOLFO

Irán e Irak normalizan sus relaciones diplomáticas

Irán e Irak formalizarán en un tratado de paz el alto el fuego que en agosto de 1988 detuvo ocho años de guerra en la región del golfo Pérsico. Ambos países normalizarán sus relaciones y reabrirán en breve sus respectivas embajadas en Bagdad y Teherán. Como le había sido prometido, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz, salió en la mañana de ayer de Teherán con las manos llenas en lo relativo al final del enfrentamiento entre ambos países. En cambio, Aziz no obtuvo de los iraníes la menor simpatía respecto a la invasión y anexión del vecino Kuwait.

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Tras haber discutido el pasado domingo durante varias horas Con su homólogo iraní, Alí Akbar Velayati, Tarek Aziz se entrevistó en la mañana de ayer en Teherán con el presidente de la República islámica, Hachemí Rafsanyani. La conversación entre el heredero político del imam Jomeini y el enviado especial de Sadam Husein fue, según la agencia oficial de noticias iraní Irna, "positiva, seria, práctica y amistosa". Aziz, el primer dirigente iraquí que visitaba Irán desde el comienzo de la revolución jomeinista, entregó a Rafsanyani un mensaje personal de Sadam cuyo contenido no fue revelado por ninguna de las partes.Radio Teherán informó que las autoridades iraníes habían aceptado la propuesta iraquí de restablecer relaciones diplomáticas.

Desde su invasión de Kuwait y ante la respuesta norteamericana de enviar tropas a Arabia Saudí, Sadam ha efectuado a Irán todas las concesiones posibles, a fin de asegurar la tranquilidad del flanco oriental de Irak. Los iraníes han aceptado como un regalo del cielo unas propuestas que casi les convierten en vencedores póstumos de la guerra que asoló el Golfo entre 1980 y 1988.

Antes de abandonar Teherán, Aziz rechazó con indignación la sugerencia de un informador de que Sadam ha ofrecido a Irán una mera paz oportunista, destinada tan sólo a concentrar todas sus energías en su actual enfrentamiento con Estados Unidos. El ministro iraquí recordó que, cuatro meses atrás, Sadam envió una carta a Rafsanyani urgiéndole a romper el punto muerto en que, desde agosto de 1988, se encontraba el proceso de paz.

Aziz afirmó que Irak continuará sus esfuerzos para alcanzar "una paz global" con Irán, y efectuó un llamamiento a la "unidad de todos los pueblos árabes y musulmanes en la lucha contra Israel".

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Las autoridades iraníes anunciaron que aceptaban la puerta abierta por Bagdad, sin importarles cuáles fueran los motivos del gesto. Radio Teherán, citando a Rafsanyani, informó que Irán desea una rápida demarcación de los 1.200 kilómetros de frontera que separan a los dos países, y la reapertura al peregrinaje internacional de los lugares sagrados del islam shiíes, situados en uno u otro país.

Rafsanyani precisó también que Irán no ha cambiado un ápice su posición de condena de la invasión iraquí de Kuwait ni su apoyo al embargo decretado por la ONU contra la nación agresora. El pragmático Rafsanyani no quiere perder la oportunidad que este momento histórico le concede para mejorar asimismo sus relaciones con Occidente.

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