Las industrias de fertilizantes piden al Gobierno que limite las importaciones
Las empresas españolas de fertilizantes se han dirigido a la Administración en demanda de medidas para limitar o contingentar las importaciones de fertilizantes procedentes tanto de la Comunidad Europea como desde terceros países. En principio, en una reunión mantenida entre Ercros y los ministerios de Industria y Agricultura, la Administración se ha mostrado favorable a las peticiones de los industriales.
La demanda realizada por las empresas se centra especialmente respecto de los abonos nitrogenados. Sin embargo, para limitar la entrada de este tipo de productos, España deberá cursar una petición formal a Bruselas para que decidan las autoridades comunitarias. En medios importadores y sindicatos agrarios se ve poco probable una autorización de este tipo cuando se está a la puertas del mercado único.Los fabricantes españoles de fertilizantes, atraviesan según fuentes del sector, una delicada situación justamente, además, cuando está sobre la mesa el plan de viabilidad para Fesa-Enfersa. Consecuencia de la sequía que afecta a buena parte del país, se están retrasando las compras de fertilizantes en el campo. A esta situación se suma la existencia de un movimiento alcista en los precios y un fuerte aumento de las importaciones a precios más bajos, que afecta negativamente a las compras de fertilizantes producidos en España.
Hace dos años, los industriales españoles denunciaron en Bruselas la existencia de importaciones con dumping y a bajos precios en España. La Comisión Europea abrió una investigación, pero sin que todavía no haya dictado una resolución.
En 1989, sobre un consumo de 2,7 millones de toneladas de abonos nitrogenados simples, la importación ascendió a 942.000 toneladas. En el caso de los complejos, sobre un consumo de 2,3 millones de toneladas, las importaciones fueron de 711.000 toneladas. Actualmente, según fuentes industriales, han aumentado de forma sensible las compras al exterior de urea, nitratos amónicos y cálcicos, y de un producto complejo como es el DAP.
Tras el ingreso de España en la CE, los fabricantes españoles lograron que la Comunidad fijase un contigente a las importaciones de urea de 150.000 toneladas. Pasados dos años, los responsables comunitarios rechazaron mantener este tipo de contingentes en aras de un mercado abierto, donde mandase la competitivad una vez finalizada la reconversión en el sector español.
En medios importadores y de las organizaciones agrarias se rechaza toda posibilidad de limitar las importaciones de fertilizantes, lo que supondría un encarecimiento de los precios para un campo que mantiene por el contrario sus precios a la baja y en el mejor caso, congelados. Por su parte, en medios fabricantes se sigue denunciando la existencia de entradas a precios inferiores a los reales de mercado.
