Moscú estudia facilitar apoyo logístico al despliegue militar de EE UU

La Unión Soviética está estudiando facilitar apoyo logístico al despliegue militar norteamericano en el Golfo, según fuentes diplomáticas y árabes en Oriente Próximo. Éste sería uno de los más espectaculares acuerdos que se alcancen mañana en la reunión que los presidentes George Bush y Mijaíl Gorbachov mantendrán en Helsinki, capital de Finlandia. Un mercante soviético se encuentra en un puerto de Estados Unidos preparado para cargar equipo militar destinado a las tropas estadounidenses en Arabia Saudí.

El barco, cuya travesía se estima que durará 20 días, podría llevar también un grupo limitado de personal militar estadounidense, según las mismas fuentes. Si en la cumbre se concreta este envío, será la primera vez que los soviéticos cooperan con una operación militar estadounidense, lo que constuiría una clara señala para Sadam Huisein de que Moscú esta dispuesto a prestar una ayuda activa a los potenciales enemigos de Irak.Ayer llegó a Moscú procedente de Pekin un emisario personal del líder libio, Muammar el Gaddafi, con el fin de defender ante los dirigentes de la URSS la iniciativa de Libia para encontrar una solución a la crisis del Golfo. La agencia oficial soviética Tass informó que el enviado libio, Jumaa Farjani, se había reunido con "personalidades" soviéticas, sin especificar su rango. La propuesta libia incluye una negociación global de los problemas de la región y las retiradas iraquí de Kuwait y norteamericana del Golfo.

El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, que formará parte de la reducida delegación que viaja a Helsinki, reveló ayer en Tokio, tras finalizar su visita oficial a Japón, que la URSS está manteniendo conversaciones con Irak para que sean liberados todos los rehenes extranjeros que mantiene ese país. "Estamos haciendo diferentes esfuerzos para resolver este problema, incluyendo contactos y negociaciones secretos", dijo el ministro soviético a la agencia Reuter al término de su visita a Tokio. Tass, sin embargo, no dice nada al respecto en su información sobre la conclusión del vía e de Shevardnadjze a Japón.

Shevardnadze repitió las declaraciones hechas el jueves por su homólogo iraquí, Tarek Aziz, en Moscú, en el sentido de que para Irak no era imprescindible la presencia de los asesores militares soviéticos y que no pondría obstáculos para que regresaran a la URSS. "Estamos dispuestos a hacer el máximo esfuerzo para sacarles" de Irak, declaró Shevardnadze. No obstante, no es seguro que lo hagan antes de que los militares cumplan los contratos que han firmado.

El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, no tocó este tema con Aziz, pero sí le fue planteado por una delegación de senadores norteamericanos que, al igual que el diplomático iraquí, se reunieron con él el jueves. Gorbachov dijo a los parlamentarios

que querría ordenar a los asesores militares que regresaran, pero que temía que ello creara una amenaza para los casi 8.000 especialistas que se encuentran trabajando en Irak.

Gorbachov insistirá ante Bush en encontrar una solución pacífica al conflicto creado por la invasión iraquí de Kuwait, sobre todo debido a la difícil situación económica en que se encuentra la URSS. Una guerra en la región del Golfo desataría una crisis mundial, lo que significaría el fracaso de las reformas en la Unión Soviética, que no pueden realizarse con éxito sin la ayuda financiera de Occidente, opina la mayoría de los analistas.

El presidente soviético se reunirá con Bush un día antes de que comiencen las sesiones del Parlamento soviético, que debe discutir el paso a la economía de mercado en la URSS. Este paso tendrá un alto coste social, y Gorbachov desea tomar una serie de medidas preparatorias con el fin de evitar una explosión de descontento de los soviéticos.