Pérez de Cuéllar dice que, la decisión iraquí de liberar a mujeres y niños "no es suficiente"
GEORGINA HIGUERAS ENVIADA ESPECIAL La diplomacia se abrió ayer paso entre los tambores de guerra que suenan en el golfo Pérsico. El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, y el ministro de Exteriores iraquí, Tarek Aziz, se reunieron en Ammán para tratar de encontrar una salida a la crisis que amenaza con desatar un conflicto de incalculables consecuencias en todo el mundo. Pérez de Cuéllar alabó la decisión del presidente Sadam Husein de permitir salir de Irak a las mujeres y los niños extranjeros que están retenidos, pero eso, destacó, "no es suficiente".
Tanto Aziz como Pérez de Cuéllar son conscientes de la dificultad que encierra su misión, pero cuentan con la ventaja de conocer las aguas en que navegan después de años de negociación conjunta para poner fin a la guerra entre Irán e Irak. Ambos diplomáticos coincidieron en que la situación es "peligrosa y no debe escatimarse esfuerzo alguno para llegar a una solución".Esta primera ronda de negociaciones finalizó sin un resultado especial, pero acordaron prolongar a hoy la reunión. "Es un problema delicado que no puede solucionarse en cuatro o cinco horas de discusiones", dijo Pérez de Cuéllar.
"La nación árabe alcanzará sus objetivos a pesar de la conspiración del mundo y los retos que le aguardan. Nuestra batalla es historia. Debemos de afrontarla con hombría y honor. La victoria, si Dios quiere, será de la nación árabe", afirmó el ministro iraquí antes de reunirse con el secretario general de la ONU.
Tarek Aziz, conciliador
Sin embargo, anoche su discurso fue mucho más conciliador. Al término de la reunión, dijo a los periodistas que había insistido ante Pérez de Cuéllar en que su Gobierno está por una "solución pacífica" y no va a comenzar ninguna guerra en la región". "La situación es explosiva por el despliegue de tropas de Estados Unidos y Occidente en la zona, y esto no es responsabilidad de Irak", dijo Azíz.
El secretario general de Naciones Unidas, por su parte, había señalado que venía a saber si Bagdad está dispuesta a obedecer las resoluciones del Consejo de Seguridad. Éstas exigen a Irak la retirada de Kuwait, el restablecimiento del antiguo régimen y el permiso de salida de¡ país a todos los extranjeros actualmente retenidas, contra su voluntad.
La primera reunión se realizó por la mañana en una de las dependencias del Palacio Real jordano, situado en el centro de Ammán. Tras un almuerzo de trabajo, los diplomáticos volvieron a reunirse en una sesión en la que participaron sus respectivas delegaciones.
El experimentado político peruano, de 70 años, señaló que no era optimista porque esa palabra la borró de su vocabulario hace tiempo. Sin embargo, el número tres del régimen iraquí, a pesar de no dar muestra alguna de flexibilidad, se declaró "optimista en el futuro de la na ción árabe".
Fuentes diplomáticas jordanas destacan que la importancia de esta reunión consiste en que realza la "voluntad de diálogo" de Irak y las Naciones Unidas. La llegada a Ammán de las primeras mujeres y niñosoccidentales salidos de Irak tras el anuncio de Sadam Husein ha contribuido a crear una "atmósfera propicia" para sentar las bases del diálogo.
El mismo diseño del mapa geográfico iraquí es interpretado en Jordania como el posible punto de partida de una negociación. Kuwait ha sido convertido en la provincia número 19 de Irak, pero ésta no se corrésponde con el antiguo emirato. La disputada parte norte de éste, que encierra las mayores reservas de petróleo, ha sido incluida en la provincia de Basora. Fuentes diplomáticas señalan que esto permitiría a Irak retirarse de Kuwait sin perder la cara y recuperando lo que siempre reivindicó.
Tarek Aziz antes de viajar a Jordanía dio a entender la disponibilidad de su Gobierno para establecer negociaciones indirectas, a través de las Naciones Unidas, con las demás partes implicadas en el conflicto, es decir, con el antiguo régimen kuwaití. Éste fue el método seguido a lo largo de los ocho años que duró la contienda entre Irán e Irak.
Varias organizaciones jordanas de apoyo a Irak habían decidido celebrar una marcha de silencio en los alrededores del hotel donde en un principio, estaba previsto que se reunieran Pérez de Cuéllar y Aziz. La marcha fue convocada para protestar por el embargo de alímentos básicos y medicinas decretado contra el vecino país.
Para evitar cualquier tipo de incidente que dificultara la ya casi imposible misión de los dos diplomáticos, el Gobierno jordano optó por convocar las reuniones en el Palacio Real, enclavado dentro de un inmenso parque arbolado al que no se tiene acceso.
En medios políticos jordanos, se considera que sería un "gesto de buena voluntad" de las Naciones Unidas si su secretario general anunciara que el embargo decretado por el Consejo de Seguridad no afecta ni a los productos alimenticios ni a medicamentos. En Jordania se han realizado numerosas campañas a favor de colectar leche para los niños iraquíes.
La reunión debía de haberse celebrado el jueves, pero fue aplazada sin que se diera explicación alguna. Las dos delegaciones anunciaron anoche que continuaría el diálogo hoy. A última hora de ayer no se sabía nada sobre si habría o no conferencia de prensa.
En medios políticos de Jordania, país ya afectado por el embargo, país ya afectado por el embargo contra Irak y que sufrir con mayor intensidad que los demás la inestabilidad de la zona, se señala que la sola flexibilización del lenguaje de los dos diplomáticos sería "un gran logro".
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