Tanta joya y tanto despacho

Soy una asistente social que trabaja en un Centro de Servicios Sociales Municipal. De esos que doña Elena Vázquez, consejera de Integración Social de la Comunidad autónoma de Madrid, ha visitado de tapadillo para mantener vivo su contacto con la realidad.Pues bien, acababa yo de llegar del trabajo a casa, el pasado sábado, y todavía quitándome las joyas de los brazos, me llamó una compañera por teléfono: ,

-Oye, que la consejera habla de nosotras en EL PAÍS de hoy. Que dice que se está rompiendo la cabeza para encontrar la manera de integrar a 20.000 pobres y que cree que con nosotras no va a poder ser. Que nos está formando con esfuerzo, pero se estrella contra tanta joya y tanto despacho.

-Hija, es que tenemos mucha responsabilidad en estos momentos. Ten en cuenta la misión que se nos ha encomendado: si no lo hacemos bien, con 33.000 pesetas por cabeza integramos por fin a todos los pobres. -Verdaderamente es emocionante, sin que entre en juego ninguna otra pieza del sistema. ¡No hará falta mover más fichas ni política de vivienda, ni empleo, ni nada.! Sólo las asistentes sociales conseguiremos el objetivo de la integración... ¿No es maravilloso? Nosotras, únicas y humildes piezas a movilizar para conseguir la igualdad.

(Lágrimas de emoción).

-Oye, ¿y quiénes serán esas gentes de despacho que están en contra del salario social? La consejera no, porque ella habla con pobres y putas directamente, que ya lo ha dicho. ¿Serán los del Gobierno? ¡Anda, mira que si somos nosotras!

-Chica, no creo, porque despacho, lo que se dice despacho...

-Mujer, mesa sí que tenemos. ¿Dónde si no íbamos a rellenar los papeles, miles de papeles, que pide la Comunidad autónoma para tramitar las residencias de ancianos, pensiones asistenciales, etcétera?

-Bueno, a lo que vamos; tenemos que enterarnos un poco más, que dice que estamos ajenas a los problemas de la gente.

-Hija, no pretenderás estar tan próxima a ellos como la consejera, no seas osada. Total, yo por ejemplo, sólo llevo 18 años haciendo trabajo social de barrio, y eso distancia. Los problemas cotidianos de los pobres se plantean en otros lugares, ya se sabe: universidades de verano, exposiciones, inauguraciones, visitas periódicas de expertos. ,

-En fin, se hará lo que se pueda.

-Y los papeles, sobre todo los papeles... Que dice la consejera que se le va a partir la cabeza, que los papeles...Señora consejera, no es extrañó que se enfade usted cuando por unos momentos monta la parodia de padecer necesidad y se asoma al modelo de servicios sociales que nos aprisiona. Los pobres con mayor dureza, pero también los asistentes sociales de base sabemos mucho de este asunto. Cuando usted quiera, hablamos.-