Mubarak y Asad discuten ideas para solucionar la crisis

Los presidentes de Egipto, Mohamed Hosni Mubarak, y de Siria, Hafez el Asad, discutieron ayer "Ias ideas a las que se podría recurrir para solucionar el problema planteado por la ocupación Iraquí del territorio kuwaití", según explicó el propio jefe de Estado egipcio. El encuentro, que se celebró en la ciudad costera de Alejandría, residencia de verano de Mubarak, estuvo precedido por un encuentro de éste con los periodistas.Asad regresó anoche a Damasco, sin que se hiciera público un comunicado de la, reunión. En cualquier caso, Siria y Egipto han defendido hasta ahora posiciones prácticamente idénticas en la crisis. "Sólo la solución árabe puede desatascar el conflicto", escribía ayer Al Baas, el diario oficial del partido en el poder en Siria. Con todo, Mubarak parece haber perdido la confianza en que ésta sea ya posible, como lo avanzó su ministro de Exteriores, Esmat Abdelmeguid, al respaldar hace un par de días la iniciativa de mediación del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.

"Provocación"

Mubarak expresó su temor ante la eventualidad de que se produzcan "actos de provocación", por parte de las tropas iraquíes, que puedan desencadenar una guerra. El presidente egipcio se mostró alarmado ante las consecuencias que tal eventualidad tendría para la nacion arabe. Egipto, reiteró, sigue defendiendo una vía pacífica para resolver el conflicto del Golfo. El rais insistió en que "no habrá nada de humillante" en una eventual retirada iraquí, lo que da a entender que se están buscando fórmulas para que Sadam Husein pueda salvar la cara.

Mientras tanto, el rey Hussein de Jordania prosigue sus esfuerzos mediadores, que ayer le llevaron a Argel, donde se entrevistó con el presidente Chadli Benyedid. Esta gira del monarca hachemí por el Magreb no ha despertado especiales simpatías en los países árabes que han, condenado a Irak. En medios políticos egipcios, se preguntan si Hussein pretende la salida de las fuerzas iraquíes de Kuwait o "su bendición".

Por otra parte, Irak reaccionó ayer a la convocatoria para mañana de la conferencia ministerial de la Liga Árabe, que calificó de "ilegal" por estar orientada a "consagrar la desunión" interárabe. El Gobierno de Bagdad argumenta que la reunión, a petición de Egipto y Siria, se basa en una resolución nula, la de la última cumbre árabe de El Cairo, "que no alcanzó la una nimidad requerida por la Carta fundacional". Además, el ministro iraquí de Exteriores, Tarek Asís, ha solicitado la revisión del acuerdo de transferencia de la sede de la Liga a El Cairo. Asís forma parte del comité encargado de dicho traslado.