La CE financia en Barcelona el primer proyecto de peaje urbano en España

Los accesos a la montaña de Montjuïc de Barcelona serán objeto de la primera experiencia de peaje urbano en España. La implantación de peaje en Montjulic es una de las cinco pruebas piloto del programa Polis de investigación sobre el tráfico que promueven 10 ciudades europeas con subvención de la Comunidad Europea (CE). La reciente celebración del Trofeo Joan Gamper en el estadio Olímpico, con una afluencia superior a los 6.000 vehículos, ha evidenciado que los accesos constituyen el principal problema para garantizar la rentabilidad social de las cuantiosas inversiones que se están efectuando en Montjuïc.Diez ciudades europeas (París, Lyon, Bruselas, Munich, Stuttgart, Frankfurt, Turín, Bolonia, Atenas y Barcelona) promueven el programa Polis para la aplicación de nuevas tecnologías al tráfico urbano. El programa prevé el desarrollo de cinco pruebas piloto que van desde el perfeccionamiento e integración de los centros de control hasta la detección automática de vehículos, imprescindible para la implantación de peaje en las ciudades.

Los estudios del programa Polis, valorados en 30 millones de pesetas, serán subvencionados al 50% por la CE, que financiará la totalidad de la tecnología necesaria para las pruebas piloto. El prograrna cuenta con el apoyo económico de diversas empresas vinculadas al tráfico, como la concesionaria de autopistas ACESA.

Con la elección de la prueba piloto de peaje urbano, el Ayuntamiento de Barcelona da el primer paso para incorporar a la capital catalana una fórmula que hasta ahora sólo han experimentado dos ciudades asiáticas (Hong-Kong y S,ingapur) y una capital europea (Oslo), y que este verano es objeto de un vivo debate en Madrid. En la capital de Noruega, los coches que pretenden acceder al centro deben pagar 10 coronas (unas 160 pesetas), mediante un sistema de cámaras de - vídeo que efectúan la lectura instantánea de una tarjeta que los vehículos llevan adosada al parabrisas.

Hace un año, el Ayuntamiento barcelonés planteó la posibilidad de gravar el aparcamiento en el centro con una tasa adicional de 100 pesetas, propuesta que pronto cayó en el olvido ante las reticencias del Gremio de Garajes y los comerciantes.

Tensiones sociales

Con el traslado del laboratorio a Montjuïc, el Ayuntamiento evita las tensiones sociales que suscitaría haber escogido el centro de la ciudad. Sin embargo, fuentes municipales subrayaron que la montaña, al ser un espacio claramente diférencíado del resto del núcleo urbano, facilita la experiencia.

Según las mismas fuentes, la elección de Montjuïc obedece básicamente al propósito de obtener un mayor control de sus accesos. A título de ejemplo, los promotores del proyecto señalan que las entradas para las actividades que se celebren en el estadio Olímpico o en el palacio de deportes de Sant Jordi podrían incorporar el precio del peaje.

Mientras los ingenieros estudían cómo cobrar peaje en Montjïc, el primer balance del funcionamiento de los accesos durante la celebración del Trofeo Joan Gamper señala que, cada día, un mínimo de 12.000 automóviles privados ascendieron a la montaña, convirtiéndola en un gigantesco aparcamiento. Esta cifra -con una media de ocupación que no superó los dos pasajeros por automóvil- significa duplicar la capacidad aconsejable.