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Ceaucescu cayó por un golpe de Estado, según afirman dos líderes del levantamiento rumano

Dos de los más destacados líderes del levantamiento contra el dictador rumano Nicolae Ceausescu, Silviu Brucan y Nicolae Militaru, reconocieron ayer, por primera vez, que los disturbios de Timisoara en diciembre fueron utilizados para un golpe de Estado preparado con gran antelación, y atacaron al presidente Ion Iliescu por "carecer de interés" en liquidar el aparato comunista heredado del dictador. Estas revelaciones suponen un duro revés para el Frente de Salvación Nacional, que se hizo con el poder y ganó las elecciones basando su supuesta legitimidad en una revolución que, ahora se confirma, no existió.Coincidiendo con la confirmación de la trama de parte del aparato comunista contra el dictador, el hijo de éste, Nicu Ceausescu, fue puesto en libertad por el tribunal militar de Sibiu que le juzga por la muerte de 89 habitantes de esta ciudad transilvana durante las manifestaciones de diciembre. Nicu fue liberado para que se someta a tratamiento de su cirrosis avanzada y esófago varicoso, que le ha hecho perder más de 20 kilos.

El diario Adevarul, hasta ahora incondicional seguidor del presidente Iliescu, publicó ayer entrevistas con el asesor presidencial Silviu Brucan y el ex ministro de Defensa Nicolae Militaru, en las que ambos reconocían la existencia de una conspiración dirigida por generales del Ejército y un sector de la policía política Securitate.

Brucan y Militaru jugaron un papel capital en el juicio y la ejecución del dictador y ostentaron gran poder en la primera fase de la era pos-Ceaucescu antes de ser relegados. Ambos reconocen haber participado en este golpe de Estado cuya existencia ellos mismos negaron insistentemente durante meses. También Ion Iliescu y el primer ministro Petre Roman han rechazado siempre con rotundidad la cada vez más plausible hipótesis del golpe de Estado e insistido en el mito de la revolución popular.

El diario Adevarul había descalificado aún en mayo a algunos ex oficiales de la Securitate que, en apoyo de las movilizaciones estudiantiles contra Illescu, habían revelado detalles de la conspiración de generales del Ejército, de un sector de la policía política y de comunistas caídos en desgracia bajo Ceausescu, como Brucan e Iliescu.

La publicación en Adevarul de estas declaraciones comprometedoras para Iliescu parecen formar parte de una primera ofensiva contra el presidente en el marco de una gravísima situación económica y crecientes temores a conmociones sociales. Esta semana se han reproducidoo en Bucarest las manifestaciones contra lliescu.

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